EJECUTIVOS CODICIOSOS

EJECUTIVOS CODICIOSOS
Dennis no reparaba en gastos cuando se
trataba de hacer feliz a Karen, su segunda
esposa. Poco después de casarse, en 1999. le
regaló millón y medio de dólares para que
montara un restaurante llamado Zemi en el
barrio más selecto de Boca Raton, una
población costera de Florida. Karen tenía
alguna experiencia en el sector, porque durante
años fue camarera de un bar playero enla
misma localidad, y Zemi funcionó de
maravilla.
En 2001, para celebrar que Karen cumplía 40
años, Dennis preparó una fiesta sorpresa. No
en Florida, Nueva York o Connecticut, los
lugares donde la feliz pareja poseía mansiones,
sino en la isla italiana de Cerdeña. La embarcó
en un avión privado y cruzaron el Atlántico
para disfrutar de una noche única. En cuanto
llegaron a la verja del palacioalquilado para la
ocasión, una cuadrilla de camareros sardos,
todos robustos y disfrazados de gladiador,
cargaron a Karen en volandas y la sentaron en
un trono. Quienes asistieron a aquella fiesta
cuentan prodigios. El detalle más inolvidable
era, sin duda, la estatua central del decorado:
una reproducción en hielo del David de
Miguel Ángel, de cuyo pene brotaba un chorro
incesante de vodka que sederramaba, a su vez,
sobre una pirámide de copas del mejor cristal.
La fiesta costó dos millones de dólares. En un
arranque de generosidad, Dennis Kozlowski
decidió pagar la mitad de su bolsillo. El otro
millón de dólares lo cargó, como de
costumbre, a Tyco International, el
conglomerado industrial y financiero del que
era CEO (chief executive officer), presidente
ejecutivo.
Dennis Kozlowaki aúnno ha ingresado en
prisión porque Angie, su primera esposa, se
encargó de depositar una fianza de 10 millones
de dólares. Angie tenía razones, al fin y al
cabo, para estarle agradecida. Cuando se
divorciaron, al margen de pensiones y
patrimonios, Dennis le hizo un hermoso regalo
de despedida, un apartamento de 13 millones
de dólares en Park Avenue, una de las arterias

más selectas de Manhattan,que, como de
costumbre, cargó en la cuenta de la empresa.
Kozlowski, el hombre más generoso del
mundo cuando se trataba de gastar el dinero de
los accionistas, es hoy acusado de estafar al
menos 700 millones a Tyco International y
encarna el extremo más exagerado de la
corrupción empresarial en Estados Unidos.
Aviones privados, yates y mansiones fabulosas
son los atributos de una nueva realezamundial, la de los grandes ejecutivos. Por
alguna razón, la ciudadanía ha aceptado,
durante las dos últimas décadas todo tipo de
excesos empresariales. Al fin y al cabo, ¿no
era buena la codicia?, ¿no eran los capitanes
de empresa creadores incansables de riqueza?.
Pero incluso en Estados Unidos, el país menos
igualitario del planeta, se ha llegado al límite.
Un objeto relativamente modesto, unapapelera
de 2.200 dólares adquirida (a cargo de la
empresa) por Dennis Kozlowski, se ha
convertido en el símbolo de un delirio ante el
que el que el propio Alan Greenspan,
presidente
de
la
Reserva
Federal
estadounidense y gurú supremo del
capitalismo, ha dicho ¡basta! Kozlowski
encarna el colmo del exceso, porque combinó
un lujo propio de sátrapas orientales con una
continuada actividad delictiva: segúnlos
fiscales, defraudó al menos 700 millones de
dólares a sus accionistas y un millón de
dólares al fisco. La nueva dirección de Tyco
international, la compañía que dirigía, publicó
recientemente una lista de los gastos que
Kozlowski cargó a la empresa, entre los que
destacaban la célebre papelera de 2.200
dólares, un paragüero de 15.000 dólares, una
cortina de ducha de 6.000 dólares y unneceser
de viaje de 17.100 dólares. Y por supuesto, el
millón de dólares de la fiesta de Cerdeña.
Tyco, además, pagaba cuadros y esculturas
elegidos por Kozlowski para decorar la sede
central de la compañía. Pero a la empresa sólo
llegaban cajas vacías. El arte iba directamente
al apartamento del ejecutivo en Manhattan, un
piso de 17 millones de dólares cuya
decoración fue cargada íntegramente a Tyco...