EJEM... Y TABÚ. DEL VALOR DE LO QUE DECIMOS PARA NO DECIR LO QUE PENSAMOS.
DEL VALOR DE LO QUE DECIMOS PARA NO DECIR LO QUE PENSAMOS.
MATTEO TORANI – MUSAL-E 2013/2014
Si algo necesita el hombre para que una
cosa le resulte especialmente interesante
y atractiva es que esta le esté prohibida.
Uno de los fenómenos que, gracias a las investigaciones antropológicas y etnográficas, podemos
considerar universalmente presente en toda organizaciónhumana es el del tabú. Tanto para
Freud como para Levi-Strauss, de hecho, el primer acto cultural de nuestros progenitores fue
justamente la creación del tabú del incesto, es decir la creación de normas sociales finalizadas a
la separación de las mujeres sexualmente accesibles por los hombres de un clan determinado.
Según otros, en cambio, habría sido la aparición de la capacidad típicamentehumana del
lenguaje, y la facultad de simbolización que de este procede, el logro fundamental que dio paso al
surgimiento de la cultura.
Sin ninguna pretensión de alimentar este debate y decantarme por una u otra postura, lo que me
parece fundamental destacar de cara al ensayo que me apresto a escribir, es que ambos
fenómenos, el tabú y el lenguaje, se caracterizan por tener una profundidadhistórica muy
cercana, que se remonta hasta el origen de la especie humana. El hecho de que el tabú haya
llegado a trascender el ámbito de las acciones (actos prohibidos) y esté tan vinculado al lenguaje
(actos de habla prohibidos) depende en gran medida de la capacidad evocadora que a este se le
atribuye en todas las culturas. Desde los rituales chamánicos, el ritual eucarístico que se celebratodos los días en todas las iglesias del mundo, las plegarias, las fórmulas recitadas en la
realización de un hechizo, hasta la maldición que desde el coche le echamos a alguien por
habernos superado a la derecha, a todos estos actos lo que más o menos conscientemente les
reconocemos es la capacidad de concretar, de reificar lo que queremos decir y lo que, diciendo,
queremos que se realice. Pero,¿cómo y por qué se construyen los tabúes? Evidentemente, se
trata de prohibiciones que se refieren a una representación específica de un hecho, un fenómeno
o un comportamiento determinados, los cuales a su vez remiten a un eje axiológico específico
que separa lo que está bien de lo que está mal. Por ello, basta que un tema entre en el campo de
lo ético o moralmente proscrito para que cobreinmediata importancia. Sin embargo, al mismo
tiempo que se crea una norma que dispone su interdicción, se suelen facilitar también
determinados recursos que regulan su excepción, y mediante los cuales nos burlamos de esta
norma no escrita y nos sentimos, aunque solo provisionalmente, liberes de ella. Y el lenguaje
verbal, por ser nuestro principal vehículo de simbolización, es tanto el quemás sometido se
encuentra a todo tipo de restricciones, como también el medio a través del cual desplegamos la
mayoría de las estrategias de alusión controlada, de burla y de negación deliberada. Es así que
aparecen los eufemismos como palabras sustitutorias de las prohibidas y los disfemismos que, a
través del humor como medio indirecto de referencia a “lo prohibido”, exasperan
voluntariamenteel alcance semántico y simbólico de los tabúes. Centrémonos ahora en estos
últimos.
El papel desempeñado por el humor y por la ironía es justamente el de colocar el hablante
allende el límite axiológico que mencionamos más arriba, gracias a un mecanismo que podríamos
definir de “suspensión retórica de la moral”. En otros términos, se acepta que, gracias a la
adopción
de
un
registrohumorístico,
el
hablante
infrinja
retóricamente
el
límite
convencionalmente establecido entre lo decible y lo indecible, lo prescrito y lo proscrito. 1 Antes
de producirse, sin embargo, esta suspensión debe ser comunicativamente contextualizada, es
decir, negociada y socializada con los demás interlocutores. De forma contraria, quien salva el
límite axiológico sin que...
Regístrate para leer el documento completo.