Ejemplo de Carta Natal
Carta Natal para John Lennon
09/10/1940
Liverpool
17:30:00
Prólogo
La astrología es tan antigua como el tiempo medido; es un lenguaje de energía, y se
podría definir como el sistema de psicología más antiguo que conocemos. C. G. Jung,
uno de los fundadores de la psicología moderna, dijo: «La astrología incorpora la suma
de todo el conocimiento psicológico de la antigüedad.» Aunque existen distintas
escuelas astrológicas, todos los astrólogos están de acuerdo en que hay una conexión
entre el cosmos y la Tierra, que existe una relación entre el momento del nacimiento de
una persona y las posiciones del Sol, de la Luna y de los planetas en el firmamento.
Un análisis astrológico es comparable a un análisis psicológico, pero con la ventaja de
emplear un método que se ha comprobado durante miles de años y que, en esencia,
no ha cambiado desde sus inicios. No es un método especulativo, como la psicología
moderna, que cambia con el tiempo según los cambios en la sociedad humana, sino un
lenguaje cósmico que se refiere a la esencia de la naturaleza humana y que siempre
permanece igual a pesar de las alteraciones que puedan experimentan las
civilizaciones y culturas de nuestro planeta.
La carta astral es un mapa del cielo tal y como lo vería un recién nacido desde su cuna,
excepto que también incluye la mitad invisible del cosmos que quedaría por debajo del
horizonte. Simbólicamente, el círculo central del mapa representa la Tierra, donde nos
encontramos nosotros. A nuestro alrededor, los doce signos del zodiaco forman una
banda circular a lo largo de la eclíptica, ocupando cada uno un espacio fijo de 30
grados. Dentro de este espacio se mueven los planetas, pasando, a distintas
velocidades, de un signo al siguiente en circuitos ininterrumpidos. La flecha hacia la
izquierda representa el Ascendente que, simultáneamente, señala el signo que
corresponde a la Casa 1. A partir de allí, el horóscopo se divide en doce segmentos,
llamados casas, que corresponden a las diferentes esferas de la vida cotidiana.
La carta astral se puede también entender como un mapa de la situación kármica del
alma. La ley universal del karma dicta que cada acción tiene su reacción, y los planetas
pueden considerarse como las manos de un complejo reloj cósmico que nos indica «la
hora kármica». Así pues, el horóscopo es una representación simbólica de la suma de
nuestras actividades pasadas que forman la base de la existencia física y psíquica
actual. Un análisis de la situación astral revela los puntos fuertes y débiles en la
encarnación actual y nos puede ayudar a ver donde darán frutos fácilmente nuestros
esfuerzos y en qué aspectos hay que cultivar tolerancia y paciencia para superar con
éxito las dificultades, las tensiones y los obstáculos. No obstante, debemos siempre
recordar que los planetas inclinan, no obligan. Es nuestra actitud, la que determina el
resultado, porque:
Un barco va hacia el este, otro barco hacia el oeste,
ambos empujados por los mismos vientos.
Pero son las velas –y no los vientos –
los que determinan la dirección del viaje.
Por lo tanto, nuestro carácter es nuestro destino, o sea que el conocimiento y la voluntad nos permiten gobernar los planetas gracias a ese carácter inherente.
Un análisis astrológico puede tener diferentes aplicaciones. En primer lugar, es un
método para profundizar el conocimiento sobre nuestro propio cuerpo sutil, nuestra
psique. A veces nos sorprende cómo nos comportamos o la manera en que
reaccionamos, o nos cuesta aceptar un rasgo de nuestro carácter ...
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