No encontraba nada extraño, no al principio, se puso de pie en medio de la biblioteca. Parecía el mismo lugar de siempre, con el triste y gris día de Londres que se lograba vislumbrar por laventana, cada libro en el mismo lugar y el diccionario en el pedestal de la esquina donde ella eligió la palabra del día. No había nada fuera de lo normal, hasta que dobló la esquina. La escenacambió, la biblioteca desapareció para encontrarte en un pasillo oscuro donde se escuchaba la lluvia torrencial y los relámpagos. Era como si se abriera paso a otro mundo. -¿Hola?- Lucie dioun paso adelante parpadeando. Ella corrió hacia la oscuridad, aunque algo en su interior le dijo que no debía. La escena con la que tropezó hizo que su estómago se revocase dentro. Frente aella, el cuerpo de su padre tendido en el suelo y al parecer; sin vida…-¡Papá!-Su voz se volvió ronca , desesperada mientras corría hacia él, arrugando su vestido callo de rodillas frente a élpara tomar su mano.- Papá, Papá, está bien . Todo va a estar bien.- Sus dedos hurgaron por su estela, pero no estaba allí. ¿Por qué no estaba allí? Ásperos dedos se cerraron alrededor de sumuñeca como una tenaza y asustada giro para ver a su padre. Sus ojos estaban muy abiertos, con ese azul crepuscular que hacía juego con los de su propia hija. No se veía arrepentido, o triste, ofeliz. Parecía avergonzado, enojado, decepcionado…- Todo esto es tu culpa. - Su voz sonó profunda y muy lejana, pero sus palabras se colaron por sus oídos hasta hacer girar su cabeza. -Yo sabíaque nunca llegarías a nada. No eres nada. Nunca serás un cazador de sombras decente; ni siquiera eres una niña decente.-Su padre escupía las palabras con tal odio que el silencio fue su únicarespuesta hasta que despertó agitada, se encontraba empapada en sudor arremolinada en su cama, había sido un sueño, pero en el fondo de su corazón sabía que nunca sería la hija que él esperaba.
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