Ejemplo de un cuento corto

El hotel


“Los hombres no son prisioneros del destino, sino de sus propias mentes”.


Carlos había perdido ya la noción de cuánto tiempo llevaba manejando. Para un contratista de Baja California, ver a un hombre interesado en construir una residencia era cosa de todos los días. Sin embargo, la noche anterior había sido informado de que todos los vuelos habían sido suspendidos debido alhuracán. Ahora no le quedaba más que realizar el viaje en auto.

Se suponía que un recorrido en auto desde La Paz hasta San Diego es de un tiempo aproximado de 16 hrs. de las cuales, Carlos ya llevaba casi 12 en su Mercedes-Benz; había cruzado la primera caseta a las 2:25 PM del día anterior y ahora eran cerca de las 2:00 AM.

La carretera estaba oscura en aquellos momentos y Carlos no habíavisto pasar muchos autos con excepción a algunos transportes de carga, pero en general, la autopista estaba vacía.

Fue entonces que la vio: A 50 mts. A un lado de la carretera, había una silueta que, al parecer, se encontraba haciéndole señas. Conforme se fue acercando pudo distinguir a una guapa mujer castaña de no más de 25 años, maquillada, con el cabello suelto y con un vestido negro y corto.Al llegar hasta ella, Carlos se detuvo y bajó la ventanilla. La mujer se acerco y le dijo:

Buenas noches. ¿Tiene planeado continuar su viaje todavía? ¿No le gustaría pasar la noche en el Magnifico Hotel Paradise de California?
A decir verdad, debo llegar a mi destino mañana mismo. Es decir, hoy mismo – contesto Carlos, aún impresionado por la belleza de la joven.
No hemos recibido clientesúltimamente, por lo que los precios están algo bajos, sólo le cobraremos la habitación y la bebida. Lo demás corre a nuestra cuenta – dijo la chica, al final guiñándole un ojo – Además, es peligroso que siga con el trayecto habiendo un huracán en estos momentos, estoy segura de que podrá retomar el camino mañana temprano.

Tras pensarlo un momento, Carlos preguntó al fin:

¿Y dónde se encuentrael hotel?
Esta justo en frente de usted.

Al girar la vista, vio que lo que acababa de decir la mujer era cierto. Frente a Carlos se encontraba un enorme recinto del que jamás se había fijado, aún cuando pasaba por aquella carretera, jamás había puesto atención en la construcción, sin embargo, lo más raro era la localidad en la que estaba, pues literalmente se encontraba a lado de una carreteradesierta.

Pase, por favor a registrarse, señor – le dijo una vez más la mujer a Carlos.

Al llegar a la barra de recepción lo atendió un hombre de edad más avanzada y piel oscura. Este con voz grave pero serena le habló:

Bienvenido al Hotel Paradise de California, un lugar encantador, sin duda. Mi nombre es Anton LaVey, soy el administrador del lugar. A que nombre registro su cuenta.Carlos González.
Gracias es todo – dijo el administrador cerrando su librito de registros.
¿No tomará los datos de mi tarjeta? – pregunto Carlos extrañado.
Oh, no, no, podremos hacer eso mañana temprano. Mientras tanto, permítame guiarlo a su habitación. Por si le interesa, el bar, esta justo detrás de la recepción, podrá refrescarse un rato y bajar, esta abiero las 24 hrs. del día.

A Carlos loúnico que le interesaba era llegar a su habitación y dormir, pues al día siguiente debía emprender el viaje de nuevo hacía San Diego. No sabía en que momento fue a parar a ese lugar y a decir verdad, la inusualidad de las circunstancias lo había dejado reflexionar por minutos. Al llegar a su habitación y separarse del administrador, lo primero que hizo fue tumbarse con todo y ropa sobre la cama ytras comprobar la hora en el reloj de su buro (Eran las 2:59 de la mañana) cerró los ojos y se quedo profundamente dormido.

Ahora se encontraba en un túnel oscuro, no podía ver nada salvo un pequeño punto blanco, camino hacía él y conforme lo hacía escuchó el sonido de varios cuchillos golpeándose unos contra otros, como si cerca de ahí se estuviese suscitando una batalla. Podía escuchar...