Ejercicios para alcanzar el amor

Contemplación para alcanzar amor: Himnos Cristológicos XXXI .-

Los Ejercicios concluyen con la “Contemplación para alcanzar Amor”.
Encontramos en esta oración un resumen denso de todos los Ejercicios. San Ignacio no pretende dar pistas sobre cómo orar en el tiempo que sigue a los Ejercicios; esta contemplación es parte de los Ejercicios mismos. Está situada en el ejecentral de los Ejercicios: Principio y Fundamento, llamamiento del Rey, Tercer Grado de Humildad, Eucaristía (el 3er Grado de Humildad vivido por Jesús) y Contemplación para alcanzar Amor.
Tener en cuenta que todos los dones descienden de arriba: mi bondad, de la Bondad infinita de Dios; mi capacidad de trabajar, de esa misma capacidad de Dios en grado sumo; mi deseo de perdonar, del perdón infinitode Dios. Y así con todas mis cualidades y potencialidades. Agradecer encarecidamente este regalo al Señor.
Hay que poner la atención, como siempre, en el Señor: es Él quien ama primero y de manera total. Es una contemplación “para dejarse alcanzar por el Amor”. San Ignacio no incluye Pentecostés entre las contemplaciones de los Ejercicios. Esta oración equivale a Pentecostés, a la manera de SanIgnacio.
ORACIÓN PREPARATORIA: Las dos notas que pone San Ignacio al comenzar marcan la pista: “La primera es que el amor se debe poner más en las obras que en las palabras. La segunda: el amor consiste en comunicación de las dos partes, es a saber, en dar y comunicar el amante al amado lo que tiene, o de lo que tiene o puede, y así, por el contrario, el amado al amante. De manera que si el unotiene ciencia, dar al que no la tiene, si honores, si riquezas, y así el otro al otro”. Dijimos al comenzar los Ejercicios que éstos no son intimistas; aquí vemos que todo está orientado al servicio, a compartir con Cristo su misión de ordenar todas las cosas según el proyecto del Padre, que es Cristo mismo. La oración de San Ignacio “Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mientendimiento, y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer; Vos me lo disteis, a Vos, Señor, lo torno; todo es vuestro, disponed a toda vuestra voluntad; dadme vuestro amor y gracia, que ésta me basta” es ahora el Principio y Fundamento, formulado después de la experiencia de acompañar a Jesús en su Pasión.
PETICIÓN: expresa el objetivo de esta oración. “Conocimiento interno de tanto bien recibido paraque yo, enteramente reconociendo, pueda en todo amar y servir”.
“Conocimiento interno” no es simplemente “darme cuenta” o “saber”. Es que se me pegue en los huesos la certeza de que todo viene de Dios, y viene por amor.
“Para que yo, enteramente reconociendo”: se trata de cambiar definitivamente el punto de referencia. Si todo viene de Dios, nada es mío, ni mis cualidades ni mis bienes.
“Puedayo en todo amar y servir”: no sólo se trata de amar, sino amar y servir. ¡Principio y Fundamento, llamada del Rey, Tercer Grado de Humildad y Eucaristía confluyen aquí! El servicio es esencial en la Espiritualidad Ignaciana, entendido como trabajo hecho juntamente con Jesús para ordenar todas las cosas al Padre.
La oración “Tomad, Señor, y recibid” (cf. Anexo, nº [234]) es todo lo contrario deuna “mutilación”: Dios no quiere que yo “pierda” la libertad, la memoria, el entendimiento y la voluntad; al contrario: quiere llenarlos completamente, atraerlos plenamente hacia Él, plenificando el deseo más hondo del hombre y de la mujer. ¡Esto es lo que se pide en esta oración! Ojalá la hiciéramos habitual y propia…. Esta oración nos vincula a Cristo en la Eucaristía: el “Tomad, Señor” nos sitúaen el “Tomad y comed todos” de la Consagración; y el “Toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento, toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer…” hace resonar el “Este es mi cuerpo, esta es mi sangre…”.
COMPOSICIÓN DE LUGAR: ante Dios, ante sus ángeles y santos interpelantes por mí. Es la misma ubicación que propone San Ignacio al momento de la entrega total al Rey Eternal, y en la meditación...