El aborto
Cuando una pareja católicatiene dificultades para llevar a feliz término la plena realización del matrimonio, que según su religión es la procreación, acude a clínicas de fertilidad. Allí, cuando el caso es difícil, se acude atratamientos que violan las reglas establecidas por los célibes jerarcas eclesiásticos. Para empezar, el semen no es derramado en el único “vaso sagrado” donde no se peca al emitirse (la vagina de lalegítima esposa), sino que se deposita directamente en un tubo de vidrio. A la mujer, después de tratamientos hormonales, se le extraen varios óvulos y la fecundación ocurre in vitro. Algunos de estoshuevos fecundados (o “niños”, según monseñor Ordóñez) crecen bien, otros mal, otros se mueren. Los que se ven más sanos, de uno a tres, son implantados en el útero de la mujer. Los que se ven menos sanosse echan en una bolsita y se tiran a la basura. Monseñor Ordóñez debería ponerse sus botas de cruzado, ir a las clínicas de fertilidad y organizar bautizos colectivos de esos óvulos fecundados....
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