He de reconocer que soy fiel seguidor de una serie de humor que emiten los domingos en Antena 3 : Museo Coconut. Creo recordar que en el primer capítulo de la primeratemporada uno de los personajes,el director del museo,don Andrés Cantalapiedra,estaba de baja por una extraña aunque graciosa enfermedad ficticia a la que los guionistas tuvieronla chispa de denominar hipopotomonstruoesquipedaliofobia (miedo a las palabras largas). Seguramente, si esta enfermedad pudiese ser trasladada de alguna forma a larealidad,cualquier buen analista del discurso oral estaría encantado de deseársela a más de un periodista. Ellos(periodistas,más que nada) ,grandes innovadores de la lengua quienes hantenido el poder de propagar una moda ridícula,como lo es el polisilabismo o también llamado archisilabismo,dado que poseen una de las armas más letales en nuestra sociedad:los medios de comunicación,atentan contra el estilo de muchas de las palabras del español,afeándolas pues, llegando incluso a originar ambigüedad en el lenguaje.Mas hablo demoda ridícula porque es absurda e innecesaria la introducción de neocultismos sin ton ni son, puesto que son solo fruto del alargamiento de palabras ya existentes.Por ejemplo,podemos decir que la manipulación de ciertos productos químicos ponen nuestra vida en peligro, pero no por el hecho de sustituir este término(cuyo mensaje ya es bastantebien percibido) por peligrosidad se va a conseguir indicar que el grado de riesgo al manipular estos productos es mayor.Por consiguiente, esta prolongación superflua de lapalabra debería ser evitada siempre.
No olvidemos que en bastantes ocasiones la sencillez puede ser la reina de cualquier aspecto vital trascendente.¿Por qué no en la lengua?
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