El abuelo
(Valor el amor)
El abuelo estaba como siempre ahí sentado en su mecedora mirando la nevada Cordillera de los Andes. La verdad, que desde que la vuela murió, el abuelo era otrapersona, había tomado esa actitud de soledad. No hablaba, no reía y lo lamentable, no quería comer, porque según él, nadie de su familia cocinaba tan rico como la abuela. Extrañaba sus mermeladas y elpastel de choclo que ella con tanto cariño le preparaba.
Sin duda la echaba de menos. Pues ella lo acompañaba todas las tardes, después de tomar el té y juntos miraban la imponente cordillera, tomadosde la mano como la primera vez que se conocieron hace cincuenta años atrás. Sólo Nicolás, su pequeño nieto, de seis años, sufría y se apenaba con la soledad del abuelo. Muchas veces quiso hablarcon él, pero el abuelo se resistía y no escuchaba: ¡vamos abuelito, anímese…!, ¡No sea tan pesimista! En ocasiones lo invitaba a jugar o acompañarlo al club de ancianos, pero nada lo lograba. Su abuelose negaba a compartir alegrías con su nieto.
Un día la profesora de Nicolás les pidió que hicieran una tarjeta para la celebración del día del abuelo. El niño confeccionó una muy hermosa tarjeta.En ella dibujó a su abuelo, junto a él tomados de la mano mirando la cordillera. Nicolás, con intención, escribió en la tarjeta con letras de colores la frase: “ Abuelo, te quiero mucho”.
ApenasNicolás regresó a su casa, corrió directo a la terraza, donde estaba el anciano. El niño con sumo cuidado le dejó la tarjeta sobre sus piernas y se sentó a su lado en la silla que ocupaba su abuela.Después tomó su mano cansada, y comenzó a mecerse al mismo tiempo que el abuelo. El viejo leyó la tarjeta y en silencio una lágrima cayó de sus ojos. Se levantó de la mecedora y tomando al niñoentre sus brazos lo alzó al cielo, lo besó y lo abrazó, expresándole: ¡Nicolás, el amor no tiene límites!, ¡Cuánto te quiero nieto mío!
Y desde ese día, en que el abuelo descubrió que la vida es...
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