El actor y la diana










EL ACTOR Y LA DIANA











Donnellan da en la diana con este libro sobre la psicología del mentir así como el arte del actuar. Se ancla en el teatro moderno y el psicoanálisis pasando por cuidadosas descripciones y prácticos ejemplos dejando de lado la excesiva pretenciosidad. Su abundante sistema de ejercicios para el actor o actriz, como yo, muestran seraltamente ilustradores y frescos. Ciertamente una lectura que cautiva y no deja indiferente.
Para el actor no basta con aprenderse un texto perfectamente de memoria, hay muchos más aspectos detrás de ese espejismo. Debe aplicar una sensualidad, refiriéndose a los sentidos, y tener confianza en sus acciones para poder superar ese cruel y despreciable bloqueo. Ya basta del fingir y del inventarnossentimientos que creemos que son los adecuados.
El actor y la diana basa su teoría en que los actores no deben buscar en sí mismos para resolver sus bloqueos sino que deben focalizar su atención en lo que el autor llama “la diana”, ajena al actor. Basta del Yo, basta del sobrante egocentrismo del que tanto pecamos y centrémonos más en el mundo que nos rodea para poder conectarnos con el personaje.Estas dianas pueden mostrarse de muchas formas pero no cabe duda de que no pueden no existir. Las dianas son cambiantes y pueden y deben transformarse. Los actores deben responder a esta y sus cambios. La diana es nuestro titiritero personal. Es la gravedad y nosotros somos la manzana. Pero esta diana no es simple y “una”, sino que:
“La diana diana es lo que vemos. La diana dividida es lo que elpersonaje percibe. La diana dividida es la apuesta. En cada momento de vida debe haber algo en juego.”
Por lo tanto estas apuestas son mínimo dos y se enseña la doble cara de la moneda: no existe un sí sin que haya la posibilidad de un no. Siempre hay algo que ganar y algo que perder. Y es que en el momento en que recito texto, debo saber que para mi personaje es la primera vez que esas palabrasse escapan de su boca, y para él y solo para él todo es posible. Este es un concepto que jamás me había planteado. Yo normalmente me hago esas preguntas de las que se queja tanto el autor, conformándome con una respuesta.
También me conformaba con los adjetivos, huérfanos de las dianas. “¿Cómo es este personaje?” “Malo.” Esta respuesta parece clara pero, gracias a los argumentos del autor, nosdamos cuenta de que es todo menos eso. Para saber cómo soy es mejor que veas lo que hago en vez de bombardearte con explicaciones.
Así, esta incómoda estática no ayuda y es cierto que es en la dinámica y en lo cambiante donde, si me paro a pensarlo, me siento más a gusto.
Al actuar queremos cambiar algo, cambiar la diana, y lo que nos bloquea en esta misión es el Miedo. En el Miedo participannumerosas características pero la más grande somos nosotros mismos y nuestra propia autocrítica y preguntas que no llevan a ningún lugar. “No sé lo que hago, no sé lo que digo, no sé qué estoy interpretando”. El gran consejo de Donnellan es dejar eso atrás, cambiar la formulación de nuestras dudas a preguntas con muchas más posibilidades (recordando que lo único es nuestro enemigo y la duplicidad,nuestra aliada) y fijarnos en el presente. El presente es una condición impuesta que se escapa a nuestro control y por lo tanto, según él, una bendición. Estar presente debería ser como coser y cantar. Estando presente es cuando verdaderamente podemos ver la diana clara y reaccionar a ella:
“Ver implica que lo que es visto tendrá la libertad de sorprenderme, de ser diferente de lo que yo meesperaba.”
Un ejercicio que me llamó mucho la atención es el del texto imaginario. Donnellan coge como ejemplo a Irina, que es en última instancia una personificación de nosotros mismos, que ha de interpretar un fragmento de Romeo y Julieta. Irina parece tener problemas a la hora de darle sentido a lo que dice. Esto es muy común, pienso, en los actores. Cuando solo nos centramos en aprender texto y...