El ajedrez es el arte de llevar la batalla al tablero.

Quizás fue sobre un tablero que se dilucidaron las principales ideas de las invasiones de Carlomagno, las de Napoleón III, de la construcción de la bomba atómica de Einstein o de los asaltos del Cheen la revolución cubana.
Todos estos personajes eran aficionados al que se considera un deporte de intelectuales, una admirable creación humana que combina la exactitud matemática con la intuición,la capacidad de crear estrategias y el arte de la perfección.
Y es que ningún juego ha generado tanta pasión ni ha tenido tanta trascendencia en diferentes aspectos de la vida como el ajedrez. Estápresente en películas, literatura, pintura, cartas de astronomía y la teoría más aceptada sobre su origen le atribuye su “paternidad” a la India, de donde más tarde pasaría a Persia, Arabia, España,Europa y el mundo, sucesivamente.
El juego de Damas se asemeja al ajedrez en el cálculo matemático, pero éste último tiene posibilidades creativas ilimitadas y una partida puede llegar a convertirse enuna obra de arte desde el punto de vista estético y lógico. Es también un deporte, puesto que implica un esfuerzo mental, un ejercicio del cerebro y puede jugarse de diferentes formas, en la mayoríade las cuales el tiempo está controlado.
Es una ciencia porque las jugadas, se registran, se estudian y existe todo un método entorno a ellas.
Según el maestro internacional de ajedrez Nelson Pinal,cubano radicado desde hace varios años en el país, el ajedrez es como la vida.”Con los años se practica, el ajedrecista toma mejores decisiones, actúa con la misma lógica del juego y refleja supersonalidad en él; además desarrolla mayor capacidad de cálculo y memoria”.
Desde 1850 se habla de ajedrez moderno, de acuerdo con Pinal. Se juega con 16 piezas para cada jugador (unas blancas y otrasnegras) sobre un tablero dividido en 64 casillas, alternadas también en blanco y negro.

Una terapia
De acuerdo por varios documentos facilitados por Nelson Pinal (quien también colecciona frases...