EL ALACR N DE FRAY G MEZ
Era un lego contemporáneo de Juan de la Pipirindica y de San Francisco Solano. Era refitolero en el hospital de los frailes y el pueblo y la tradición lo recuerdan por FrayGómez.
Hizo en mi tierra milagros a mantas: un día iba por el puente, cuando un caballo desbocado arrojó al jinete que, patitiezo, arrojaba sangre por la boca y narices: “¡Se descalabró!” -gritó elgentío. Fray Gómez puso sobre su boca el cordón de su hábito, le dio dio bendiciones Y el jinete se levantó como si nada: “¡Milagro, viva Fray Gómez!” -exclamaban los testigos.
Estaba una mañana en sucelda, cuando dieron a la puerta unos golpecitos: “Entre, hermanito” -autorizó Fray Gómez.
Y entró un individuo algo desarrapado, delatando pobrezas, pero con la proverbial honradez del castellanoviejo. “Tome asiento y dígame lo que por acá le trae” -invitó el lego.
_ Padre, soy hombre de bien, -dijo- trabajo de buhonero, pero mi comercio no cunde por falta de quinientos duros...
Las puertas se mehan cerrado, -añadió- por eso le ruego que me los preste por seis meses. Tengo fe que lo hará.
- La fe lo salvará -contestó Gómez-. Espere un momento.
Buscó en las paredes, vio un alacrán que andabapor la ventana, lo cogió, lo envolvió y dándoselo, le dijo:
- Tome y empeñe esta alhajita, pero sólo por seis meses.
Se deshizo en agradecimientos y corrió donde el usurero. El alacrán era una alhaja:una esmeralda engarzada sobre oro, y la cabeza un grueso brillante con dos rubíes por ojos.
El usurero, gran conocedor, la vio con codicia y le ofreció dos mil duros; pero el buhonero sólo aceptó losquinientos por seis meses, más el interés judaico.
Firmaron papeletas, acariciando el agiotista la esperanza de Que podía ser suya.
Pero fuele tan bien al buhonero, que cumplido el plazo la desempeñóy envuelta igual, se la devolvió al lego; quien tomó la joya, la puso en la ventana y la bendijo, diciendo: “Animalito de Dios, sigue tu camino”. Y el alacrán echó a andar por las paredes de la...
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