el alien agropecuario
Por Carlos Velázquez.
Cuando se atraviesa una etapa crítica, un sponsor del ego deviene imponderable. Un sponsor real, consumado, no una puñeta mental, leí en el baño de mujeres de una sala de conciertos. Existen seres temerosos cuyo grado más punk de infidelidad consiste en tomar de la mano al amante en potencia en un McDonald’s. Nunca terminan en la cama.
Era el casode Lauro. Necesitaba un sponsor del ego auténtico. La ruina o el éxito total están manchados de un javiersolismo rotundo, aseguraba. Lauro era el guitarrista, vocalista y líder de Tafil. La alineación del grupo la completábamos Agus bataqueando y yo de bajera.
Siempre anhelamos un teclero. Pero los celos de Lauro nos autosaboteaban. Debíamos permanecer fieles a nuestro sonido punk. En lastrifulcas la canción seguía siendo la mix. Culpábamos del mal funcionamiento del grupo a la ausencia de un pianero.
Lauro era mi bato. Yo había abandonado la uni en segundo semestre de economía para convertirme en la señora de rockstar y unirme a la banda. La deserción del antiguo bajista me abrió las piernas del grupo. Agus dijo que admitir a una mujer en un conjunto punk era como treparla a un barco:atraía la mala suerte. ¿Pero y los Smashing Pumpkins? Achacaba a Yoko Ono la culpa de que Sui Generis se hubiera disuelto.
Como en todas las bandas, las anécdotas más chidas son las que no se pueden contar. Pero más chicles son las que ocurren antes de alcanzar la fama. Con la cumbre se acaba el argüende, sobreviene el yoga y la defensa de las ballenas. Nosotros tuvimos grandes efemérides,cumplimos con la cuota. Repasamos el capítulo de las drogas, corrimos el riesgo de la electrocución y nos casamos con todos los indisolubles, clásicos y refriteados avatares que enfrenta un conjunto de rock en su camino al estrellato.
Después de cinco años de pegarle a la mamada, nuestro máximo triunfo había sido ser los teloneros de Bandera Roja, decidimos reclutar un teclero. Fue entonces cuandoapareció el sponsor del ego. Pepe: un adolescente down. Quien conozca la mitología extraterrestre respaldará que Pepe, más que un chico con síndrome de down, parecía un alien. Por si fuera leve, no vivía en la ciudad. Era de rancho. No es lo mismo ser un extraterrestre de asfalto que un alien agropecuario. Y para acabarla, estaba prieto. Cuándo se ha visto que un chico con el síndrome Trisomía 21 seamorocho. Todos son güeritos.
Apareció en la sala de ensayos con un teclado de juguete Mi Alegría. Agus dijo que ni de pedo lo dejáramos audicionar. Pero Lauro, que había leído un artículo sobre un grupo argentino llamado Reyolds, en el que la atracción era un down, le permitió blofear. Pepe echó a andar una pista grabada en su tecladito. Era una melodía infantil que tarareaba oligofrénico,totalmente mongoloide. Y por increíble que parezca resultó el mejor del casting. Su sonido podía competir con una secuencia programada por un auténtico dj.
Fue amor a primera vista. Lauro quedó ganchado del taradito que aspiraba a convertirse en estrella del rock. Este chico, decía, puede hacer lo que desee. Futbolista, doctor o misionero, pero ha elegido el camino de la música. Es irresistible. ¿Acasono te entran ganas de hacerlo cuñado?
Pese a las protestas del Agus, lo admitimos en la banda. Pepe es un nombre chafa, dijo Lauro. Necesita un nombre artístico. Qué te pasa, le recriminó el Agus. José se llamaba el papá de Jesucristo. Me vale. No se puede pastar en un conjunto punk con apelativos pendejos. Lo voy a rebautizar. De ahora en adelante lo conocerán como El alien agropecuario.
Noconozco otras fábulas de enamoramiento entre un guitarro y su tecladero. No sé cuánta intensidad existe en esos campos. He leído poco al respecto. La onda es que Agus comenzó a encelarse de la reliquia que le armábamos al downcito. Qué tierno, expresaba yo al güacharlo tocando su tecladito. Pinches juguetes Mi Alegría, eran cabrones para inspirar a la banda. A la mejor el morro nunca había oído...
Regístrate para leer el documento completo.