el alienista
Simón Bacamarte, gran médico de 34 años, después de recorrer Portugal, Brasil y las Españas, volvió a su lugar de origen Itaguaí, para entregarse al estudio de laciencia.Bacamarte a la edad de 40 años se casó con doña Evarista da Costa e Mascarenhas, mujer ni bonita ni simpática, pero con las cualidades suficientes para ser esposa y poder darle hijos sanos, aunquetrascinco años de espera, esos hijos nunca llegaron. Bacamarte entonces se sumergió en profundidad en el estudio y práctica de la medicina, llamándole especialmente la atención el área de lopsíquico,disciplina olvidada tanto en la Villa de Itaguaí como en los demás reinos, destinando al olvido a cualquier loco furioso.
Bacamarte pidió permiso al Ayuntamiento para ofrecer ayuda a estosenfermos,construyendo un edificio en el que daría asistencia a todos los dementes de la villa, gracias a la paga que el ayuntamiento le daría cuando la familia del enfermo no lo pudiese hacer. Esta ideasuscitógran curiosidad por parte de sus vecinos, pero también gran rechazo y oposición, llegando a ver a Bacamarte como un demente.
Su mujer Doña Evarista, intentó convencerle para quitarle laidea dela cabeza, pero Bacamarte con gran elocuencia y seguridad, tranquilizó a su mujer y consiguió que los concejales del ayuntamiento aprobaran el proyecto y destinaran un impuesto a subsidiareltratamiento, alojamiento y manutención de los locos pobres.
Bacamarte, entonces construyó el asilo "Casa Verde" en una de las calles más hermosas de Itaguaí, Rua Nova. El asilo tendríacincuenta ventanas,un patio central y numerosas habitaciones. Su fiesta de inauguración fue sonada en todas las villas y poblados, acudiendo gente de muy diversos lugares. Ya en la inauguración habíainternos,pudiendo los familiares ver el trato cariñoso que estos recibían. Doña Evarista, estaba exultante y feliz, viéndola los demás vecinos como mujer de un gran hombre y de gran espíritu....
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