El alumno como sujeto cognoscente

El alumno como sujeto cognoscente,
un nuevo esquema para la academia

Demetrio Navarro del Ángel
Margarita Rosa Camarena Luhrs

Introducción

“Distinguir lo viejo de lo nuevo forma parte de la textura de la experiencia humana del mundo y de sí mismo” (Benner Dietrich, 1998: 13).

A partir de por lo menos la última década que va de 1998 al 2008, existen nuevos significantes entorno al papel de los dos actores principales del proceso formativo en la educación superior: el educando y el mediador o facilitador[1]. Entre los factores que inciden en la generación de este cambio radical se encuentran: el cambio de modelo educativo[2], una nueva concepción sobre la inteligencia[3], la heterogeneidad de nuestros estudiantes, el libre tránsito del alumnado entre países y regiones,la complejidad del conocimiento[4], la escisión de paradigmas que han sido rebasados; y por supuesto el elemento constante dentro de la estructura formativa con nuevas tecnologías[5]; todos ellos encarnan elementos radicales de cambio en la actividad educativa, específicamente en la del mundo, condensada desde las particularidades propias del entorno y de los individuos.

El docente en estaperspectiva, debe situarse irremediablemente en otra latitud para comprender al alumnado desde su individualidad como un ser integral, que confluye dentro de un contexto inestable. Por ende, el investirse dentro de este nuevo rol no es una tarea anodina, sino radical, novedosa, compleja y desafiante para concebir al alumno como sujeto y objeto cognoscente, que está en un proceso voluntario deforjarse a sí mismo, y en el cual el instructor participa no sólo a partir de la “oferta educativa”, sino fundamentalmente, en la medida de los requerimientos del alumno, de su interés, estilo y ritmo de aprendizaje[6] y es entonces donde entra al ámbito de acción la praxis, un término griego con reminiscencias filosóficas.
Al hacer uso del término praxis humana como la llama Sánchez, (2003) laincorporamos como una expresión que “posee dos aspectos; uno intencional, en cuanto que mediante la misma el individuo persigue un fin determinado, el otro inintencional en cuanto su actividad individual se integra con otras en el nivel social produciendo unos resultados globales que escapan a su conciencia y a su voluntad (Sánchez, 2003: 16), en otros términos es por un lado individual pero no laintencionalidad social que impone su rumbo por la fuerza de los mismos acontecimientos.
Haciendo una paráfrasis del autor, podemos indicar que “implica actividad entendida como un acto o conjunto de actos intencionados a partir de los cuales un sujeto activo (“agente”, en nuestro caso el docente o académico), actúa sobre el conglomerado de alumnos bajo su tutela obteniendo resultados en distintasescalas, pero en sí, el objetivo primordial es generar una transformación [múltiple]” (Sánchez, 2003:263).
Lo que implica una gran responsabilidad en la praxis de todos los involucrados, porque es tarea conjunta, siendo que el aprendizaje es social por naturaleza y responde a la época en la cual debe situarse y adaptarse para ser eficaz para la vida en concreto en la que el ser humano debedesempeñarse, se torna pues un autorregulador coherente a las situaciones de la dimensión histórica y su primacía radica en la actualidad en vislumbrar escenarios factibles en un mundo incierto en el cual el individuo debe confrontar y actuar en él.
A través del argumento anterior, indicamos la urgencia de una evolución radical de la academia, la cual debe ser acorde a las circunstancias del contextoactual y el futuro de sus tendencias de cambio, atendiendo a las demandas y exigencias de la sociedad del conocimiento, pero sobretodo a las del propio alumnado para responder empleando estrategias, métodos didáctico-pedagógicos, recursos cognitivos, técnicas e instrumentos que le permitan ser vigente tanto en su discurso como en su hacer cotidiano.
De lo anterior se pone de manifiesto, que se...