El Alumno De Educacipon Secudaria

Reflexiones sobre adolescencia y docencia.

La participación supone: ser parte, tener parte y formar parte.
Estas tres condiciones sintetizan compromiso, involucramiento y sentido de identidad.
Alo largo de mi vida he tenido la oportunidad de trabajar con alumnos de diferentes edades, situación que me ha exigido, además de preparación en el área de conocimiento, estudiar sobre las conductasdel individuo para saber cómo tratar, cuánto exigir y hasta dónde llegar.
El área del adolescente seguramente es la más compleja de todas, sin embargo, me parece la más fascinante…ta vez porque nosda la oportunidad de recordar nuestros mejores momentos como seres humanos.

Estudiar el papel del alumno de secundaria hasta cierto punto es fácil, llevarlo a la práctica es lo difícl.Establecer diferencias, tratar con objetividad buscando la equidad y no dejarse manipular ni sobornar por “sus” argumentos es lo complicado. En mi etapa como madre de familia tuve la oportunidad de tomar uncurso en Escuela para padres sobre “Disciplina y autoridad en los jóvenes”, aún era madre de niños, pero sabía que algún dia crecerían y esa preparación no sobraría, muy poco tiempo después pude poneren práctica lo aprendido al adherirme al sistema educativo en el nivel secundaria. Conocer el perfil del adolescente y utilizar las herramientas que hasta el momento tenía eran un buen comienzo. Sinembargo, aunque estaba segura que participaba en la formación de mis alumnos me sentía ajena, alejada…hoy en día, después de varios años de experiencia en esta área, de cambios en la reformaeducativa, en mi visión como profesionista, como madre de dos adolescentes y como guía de jóvenes alumnos sé que hacer algo junto a otros no es sinónimo de participación. He aprendido que participar significamucho más que actuar en grupo, es pertenecer. Involucra metas en común, consenso acerca de los medios para alcanzarlas, formas compartidas para tomar decisiones, roles diferenciados y un control...