EL AMOR EN LA POES A
La tradición médica literaria y filosófica describió desde antiguo la melancolía amorosa: era la "enfermedad del hereos" de la quehablaban los griegos y cuyo cuadro clínico describe así Avicena (980-1037), médico, filósofo y científico persa:
"Los signos son hundimiento y sequedad de los ojos, sin humedad excepto al llorar, continuosparpadeos, sonrisa como si es tuviera viendo algo delicioso u oyendo algo agradable. Su respiración está trastornada; y está ya gozoso y sonriente ya abatido y llorando,murmurando de amor; yespecialmente cuando recuerda a su amor ausente; y todas las partes del cuerpo están secas, excepto los ojosque están hinchados debido al mucho llorar y no dormir. El mismo pulsose parece al de los estados delocura o falta de apetito o miedo; además este pulso y esta misma disposición cambian al recordar a la amada especialmente cuando ocurre de repente; y esto permite demostrar quien es la amada sin queél lo diga ... la amada es el camino hacia la curación..."; l(...) "Si no puede descubrirse otra cura que la de unirlos siempre de acuerdo a lo permitido por la costumbre y la ley hay que hacer esto.Hemos visto a los que les volvió la salud y fuerzas y recuperaron la carne luego de que se secaran, perdieran el vigor y sufrieran diversas enfermedades crónicas debido al exceso de amor. Al unirsecon su amada su enfermedad desaparece en poco tiempo".
Unos siglos más tarde, Fernando de Rojas pone en boca de Celestina otra descripción de la locura de los enamorados:
CELESTINA. (...) No les duelea los tales lo que gastan, según la causa por que lo dan; no lo sienten con el embebecimiento del amor, no les pena, no ven, no oyen.(...) Que ni comen ni beben, ni ríen ni lloran, ni duermen nivelan, ni hablan ni callan, ni penan ni descansan, ni están contentos ni se quejan, según la perplejidad deaquella dulce e fiera llaga de sus corazones. (...) Mucha fuerza tiene el amor; no sólo la...
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