el amor en los tiempos actuales

4° Clase: El amor en los tiempos actuales.
Entre 1996 y 1997 Colette Soler dictó un curso en la sección clínica del departamento de psicoanálisis de la universidad de Paris VII1.
Allí esta brillante psicoanalista nos refiere, tomando una propuesta de Lacan, que habría una especie de maldición sobre el sexo, en los seres humanos. Maldición sobre el sexo o maldición del inconsciente que traecomo consecuencia que los hablante-seres que somos, no podamos alcanzar el goce pleno. De alguna manera el hecho de haber dado nuestro consentimiento como dice Lacan a hacernos representar por un Significante y para otro Significante implica una pérdida del goce como la que podemos pensar en el animal.

Esto que Lacan refiere como una maldición trae como consecuencias lo que constatamos adiario los que nos dedicamos a la clínica, cuando podemos comprobar que de lo que sufren los que vienen a la consulta es de la imposibilidad de logra una relación de pareja que sea satisfactoria.

Esto llevó a Lacan2 en un momento de su enseñanza, a la polémica afirmación de que la relación sexual no existe. Aunque sí y por suerte existen las relaciones sexuales. Lo que implica semejantesentencia en el contexto de la enseñanza de Lacan no es otra cosa que la afirmación de la imposibilidad de la complementariedad entre los sexos, o que no habría la relación de proporción sexual en el inconsciente así como podemos pensar una relación proporcional en matemática. O, para ser más claros aún, no hay en el inconsciente nada que diga de la unión de lo masculino y lo femenino, no hay elSignificante de lo masculino ni lo femenino. De allí tal vez que Freud haya tenido que inventar un mito para poder explicar la asunción por los sujetos de su condición sexuada.

Esto se relaciona con parte de los desarrollos freudianos que demuestran que, si hay algo que caracteriza la pulsión en los humanos es que en ella lo más lábil, lo más cambiante, es el objeto, a lo que hay que sumar que inclusola pulsión se satisface sobre el propio cuerpo.

Esto que Lacan refiere como el goce, que se logra sobre el propio cuerpo no necesariamente es un problema para el sujeto, excepto para el amor claro. Ya que allí comienza el problema de conectar ese goce que es propio a un cuerpo de otro, a un semejante como dice Colette Soler, que si además es de otro sexo, menos semejante es aún. Soler, C.(2000).

Ahora bien, esta maldición que es consecuencia del lenguaje, repercute en el amor, donde produce sus estragos. Pero el lenguaje al mismo tiempo posee algunas formas de atenuar si puedo decir, ese efecto mismo de su condición. Ya que como creo haber sostenido desde el comienzo de este curso, el lenguaje vehiculiza los semblantes que son otra manera de tratar la maldición.

De allí queColette Soler3 nos recuerde que “cada discurso es una manera de abordar y responder a la maldición, proponiendo arreglos de goce, que van variando (según podemos deducir de lo dicho en clases anteriores), con las épocas”.

En ese seminario, Soler toma lo propuesto por el filósofo francés François4 Regnault que recorre las figuras del héroe en el teatro clásico un poco para compararlo con lo quehoy encontramos como héroes contemporáneos y que me gustaría que ensayemos juntos con algunos fragmentos de películas que veremos en lo sucesivo.

Y, lo que primero destaca es que el personaje del héroe del teatro clásico es un enamorado. Pero no sólo un enamorado sino que además es un sujeto que inscribe su acción en la colectividad de la que forma parte dejando además, su huella en la historia.Eso es lo que llama la gloria. Gloria que según Regnault implica la condensación entre el amor y lo político en sentido noble. Y Soler dice “un nudo del destino individual y el público, por lo que en la realización del sujeto no puede separar la dimensión del amor y al mismo tiempo la realización en cuanto a su existencia en el mundo”.

Por lo que el héroe del teatro clásico, no está...