El amor en los tiempos de las pitahayas
( Una pequeña novela que relata la historia de un amor verdadero, en una especie de fantasía provinciana ).
El, ya sabía que, el amor en primavera es para los corazones que laten fuertemente en plenitud de la juventud; nunca se imaginó que después de los cincuenta años, encontraría nuevamente un amor que le hiciera vibrar todo su ser y, que finalmente loenvolviera en una profunda nostalgia y volver otra vez a la soledad de siempre.
Abel Toledo Gómez.
Desde hace más de quince años, Andrés Torres Gracia, vivía solo en un pequeño, pero cómodo departamento en la Colonia Narvarte, de la Ciudad de México; por motivo de incompatibilidad de caracteres, y mutua voluntad, se separó de su esposa. Su carácter pasivo e introvertido, imposibilitaba de algunamanera la decisión de buscar otra compañera, resignándose a volver a la vida de soltero, teniendo como compañera la soledad. Andrés, perdió prácticamente las esperanzas de volver a enamorarse, entre su trabajo de reportero de un diario de circulación nacional y las noches de bohemia con algunos amigos, los años se le vinieron encima. El 1º de Mayo del 2012, lo sorprendió en un bar de la zonarosa, de repente, se quedó viendo su imagen reflejado en el espejo colocado en el mueble donde exhiben toda marca de licor. Acarició las primeras canas que invadían ya sus sienes y , se dijo a si mismo, ¡..carajo..hoy estoy cumpliendo..cincuenta años.
En ocasiones, cuando sus compañeros de trabajo, lo ven cansado y un tanto deprimido, le recomiendan tomarse unas vacaciones, para descansar y eliminarel estrés acumulado por los rigores de la rutina de trabajo y quizá, también por la obligada soledad. Del tiempo que duró viéndose en el espejo, tomó de decisión de solicitar a su jefe, sus merecidas vacaciones, que por mucho tiempo no había hecho. Ahora solo falta escoger el lugar, se dijo; se le vino a la memoria, la recomendación de un compañero de trabajo, acerca de la importancia de conocer ydisfrutar las fiestas de Juchitán; mucho le comentaron acerca de las bonitas costumbres y tradiciones juchitecas, sobre todo, en el mes de mayo.
Andrés, llegó a Juchitán el 3 de Mayo, de inmediato se hospedó en un hotel ubicado en el centro de la ciudad; ya no alcanzó observar las fiestas con motivo de la Santa Cruz, pero le dio tiempo para asistir a una de las famosas lavadas de olla. Asistió acasi todas las Velas, disfrutó de las cervezas y botanas, bailó en varias ocasiones con algunas hermosas damitas vestidas con traje regional. El plan de Andrés, es regresar al Distrito Federal el último día del mes de Mayo, así estaba indicado en su boleto. Nunca se imaginó lo que le deparaba el destino.
En el último día de convite de flores o regada como se le conoce, Andrés, tomó su cámara y setrasladó al parque central de la ciudad, hacia mucho calor, era medio día, alguien lo identificó como uno tantos turistas que visitan Juchitán en el mes de Mayo, y le propuso llevarlo a la Colonia Rodrigo Carrasco López, en donde se realizan corridas de toros y se consumen cantidades oceánicas de cervezas. Andrés, aceptó con gusto, de inmediato tomó un taxi y se trasladó con el guía espontáneo allugar indicado. En el lugar del evento, había tantos espectadores y consumidores de cervezas, que era difícil presenciar a satisfacción la corrida y montadas de los toros llevadas ex profesamente para tal ocasión. Ante tal situación, a Andrés no le quedó otra opción que, pedir dos cervezas a una de las tantas taberneras que ofrecían tal bebida espiritual con sus respectivas botanas.
Andrés,escuchaba muy atento la canción Guiée Cheguigu que interpretaba una banda de música en la parte alta del redondel, de repente, distinguió a dos hermosas mujeres, una más joven que la otra, hizo una estimación ,se dijo las dos son bonitas deben de andar entre 30 la de la cabellera más larga y 18 la más joven; al descubrir que Andrés las mirada de manera especial, la de mayor edad sonrió, de una manera...
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