El Amor En Nuestros Días

EL AMOR EN NUESTROS DIAS

Debido a mi trabajo, tengo mucho contacto con las personas y cuando pregunto a los jóvenes e incluso a adultos ¿qué creen que es el amor?, la mayoría de ellos me contestan que es un sentimiento muy bonito, muy profundo, muy grande, etc., otros me dicen que es querer a alguien de especial manera, algunos me dicen no saber la respuesta y hay quienes de plano mecontestan que es una ilusión o una utopía. Ahondando en este tema con ellos es fácil percatarse de que la vivencia del amor se ha convertido para la mayoría en un asunto de sentimientos placenteros, no sólo a nivel emocional, sino también a nivel sexual, en donde cuando se deja de sentir, “el amor” se acaba, y como dice la canción de Guadalupe Dalesio: “Ya no siento nada al hacerlo contigo”, y bueno,“colorín colorado, el cuento de amor se ha terminado”.
Los jóvenes en nuestros días están tremendamente bombardeados por los diversos medios de comunicación que les incitan a relacionarse sexualmente con la pareja en turno, a lo que se denomina “hacer el amor”, de tal forma que “el amor” termina reduciéndose a un acto genital, sin más.
En algunos casos me encuentro con jóvenes que se comprometen avivir juntos mientras “les funcione”, condicionando así “su amor” y a la pareja a un artículo desechable.
A todo lo anterior podemos agregar los mensajes negativos que no pocos padres envían a sus hijos respecto al amor y que van desde la falta de responsabilidad de parte de uno de los cónyuges hasta la violencia, la infidelidad, o el divorcio, acciones con las cuales para nada se demuestraamor no entre los cónyuges o bien entre la pareja, ni tampoco hacia los hijos.
Como podemos darnos cuenta el amor en nuestros días se restringe al egoísmo, al sentimentalismo, a la satisfacción de necesidades emocionales (propios de la etapa del enamoramiento ) y a las relaciones genitales en las que prevalece de nuevo el egoísmo que no da cabida a la trascendencia del amor verdadero en el actoprocreativo, resultando así los hijos un accidente, una carga, un estorbo del cual “es lícito” desprenderse, siempre y cuando sea en un estado de la república que lo considere legal.
Con todo y lo anterior, en mi experiencia al trabajar con jóvenes, puedo decir que es posible (y en gran parte), educar en la afectividad a los jóvenes, porque a pesar de todo, muchos de ellos desean algo más querelaciones efímeras, accidentales y utilitarias, en donde a veces desechan a la pareja y en ocasiones son desechados; y en esto, como en otras muchas cosas, coincido ampliamente con el texto proporcionado en la presente materia.
Los jóvenes tienen sed de amar, de amar verdaderamente, de pasar del enamoramiento infantil al amor maduro, y ésta clase de amor, requiere de personas igualmente maduraspara amar: capaces de desprenderse del egoísmo infantil, para abrirse a un tú, que le hará a la vez crecer y trascender.
Cuando hablo a los jóvenes en las empresas o cuando hablo a los padres de familia de escuelas a cerca de la maravilla de ser persona y sobre del amor de benevolencia, surgen en ellos cambios tan radicales, porque nadie antes se había tomado el tiempo para descubrirles la grandezade lo que son y de lo que pueden llegar a ser, y aún más: de que sus vidas tienen un sentido amoroso para tocar con su propia existencia otras vidas, que igual a las suyas tienen sed de amar, de crecer en el amor y trascender a través de él.
En el último curso que impartí la semana pasada, uno de los jóvenes asistentes me comentó en su hoja de evaluación: “en este curso aprendí a encontrar elsentido de mi vida y a valorar a mi familia”, y otro comentó: "El curso me enseñó a ser mejor como persona y como padre de familia; me lo voy a llevar puesto y a comenzar a cambiar actitudes en mi vida. Laboralmente voy a quitarme poco a poco los antivalores, y voy a aprender a amar para lograr ser un buen esposo y padre y un mejor profesionista"
Pero hay algo mucho más que hacer, que todo...