El Amor Es Ciego, Pero Ve a Distancia
Pues bien, las cinco corrientes anteriores reproducen, como decíamos en cierta medida, esta división: lacorriente fenomenológica y existencialista y la analítica mantienen la posición «universalista»; y las corrientes liberacionista e inculturada son herederas de la «regionalista». La corriente marxista tiene una posición ambigua: opera casi siempre con categorías asumidas en forma pasiva del marxismo europeo y teóricamente no ha logrado una autonomía conceptual, pero de otra parte tiene mucho más encuenta en sus análisis la realidad latinoamericana.
Las afirmaciones anteriores exigen, por cierto, una serie de matizaciones, precisiones y verificaciones que aquí sólo puedo ofrecer de una manera muy limitada.
Quisiera indicar en primer lugar que la fenomenología y el existencialismo fueron de una gran ayuda para el descubrimiento de la realidad latinoamericana al acentuar aquélla elaspecto descriptivo del trabajo filosófico o al proponer éste como categorías centrales conceptos como los de la «autenticidad» o «lo propio». En este sentido, jugaron un gran papel en el surgimiento de la filosofía de lo americano. Lo muestran bien a las claras títulos como el de Emilio Uranga Análisis del ser del mexicano (1952) o el de Jorge Portilla «Fenomenología del relajo» (1966).
Estaconexión entre el existencialismo y la filosofía de lo americano en México ya ha sido tratado temáticamente en el corto pero preciso artículo de Luis Villoro «Génesis y proyecto del existencialismo en México»14 o en el anecdótico libro de Oswaldo Díaz Ruanova Los existencialistas mexicanos15. Pero también fuera de México se puede comprobar esta relación: libros que pertenecen a la corriente de lafilosofía de lo americano como los del venezolano Ernesto Mayz Vallenilla El Problema de América (1959, 1969) o el del chileno Félix Schwartzmann El sentimiento de lo humano en América (1er. vol. 1950 y 2º vol. 1953) serían impensables sin la lección fenomenológica y existencial.
Mas la fenomenología y el existencialismo también pueden contabilizar en su haber la gran influencia que han ejercidosobre la filosofía de la liberación y la filosofía inculturada. En la obra principal de Enrique Dussel, Para una ética de la liberación latinoamericana (1973 ss.), Heidegger le sirve para intentar rebasar toda la tradición occidental beneficiando de su crítica a la misma. De Heidegger hace también un gran uso el liberacionista argentino Mario Casalla en su opúsculo Razón y liberación (1973) yHusserl le sirve para ejemplificar la idea que él pretende que Europa se ha hecho de sí misma en su artículo «Husserl, Europa y la justificación ontológica del imperio» (1975). Heidegger es también una gran presencia en el reciente libro de la fase inculturada de J.C. Scannone Nuevo punto de partida de la filosofía latinoamericana (1990).
Y, sin embargo, difícilmente se podría negar que grandes...
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