el amor o la nostalgia del ridiculo
Páginas: 23 (5521 palabras)
Publicado: 10 de febrero de 2014
EL AMOR O LA NOSTALGIA DEL RÍDICULO José Mariano Leyva
Me imagino la siguiente cita en la boca de un hombre que se encuentra sobre un pódium. Rara avis del activismo con los micrófonos delante y dirigiéndose a una multitud que lo mira con azoro. Con un brazo en alto y escupiendo las siguientes palabras:
Y lo mismo pasa con el amor. Debemos creer en él, o estamosperdidos. Puede que no lo obtengamos, o puede que lo obtengamos y descubramos que nos hace desgraciados; debemos creer en él a pesar de ello. Si no, simplemente nos rendimos a la historia del mundo y a la verdad de otro.
Pero el contexto de esta idea no es el mayo del 68 parisino, no tiene nada que ver con . La historia, el reclamo y la advertencia responden a un contexto que es, al menos, quinceaños posterior.
En su libro Una historia del mundo en diez capítulos y medio, publicado en 1989, Julian Barnes aglutina once relatos que deambulan entre la ficción y el ensayo histórico. El libro recoge historias bíblicas, ataques terroristas, juicios contra animales, conocidos naufragios, desamores en el Amazonas y sueños de una vida mejor.
Justo en medio de esa historia del mundo seencuentra un ensayo sobre el amor. El libro de Barnes podría definirse como una colección de relatos, pero gracias a este último ensayo, que lleva por título , el volumen obtiene la unidad de una novela. De la misma manera, y muy a pesar de los defensores de la ironía y el gélido relato, el amor se vuelve el tema central de Una historia del mundo en diez capítulos y medio.
El autor analiza el análisishistórico. Declara convencido que la historia ser encuentra avasallada por fechas: , pregunta Barnes, , Nada de eso importa, en realidad. Los datos vacuos que sólo ayudan a obtener un honroso doctorado y a aburrir a cientos de lectores cautivos no tiene mayor importancia para Barnes.
El registro de la desgracia humana, el éxito, la tristeza y la felicidad, aderezados sólo con fechas que ayudena ubicar y que no pretendan robar todas las luces de escena, es probablemente la tarea histórica más ilustrativa. Y Barnes lo intenta así con el amor. El amor como contraparte de un mundo cada vez más deteriorado. El amor que le hace decir al autor, tras presentar narraciones históricas que tienen tórridos romances con la desgracia del mundo, , o bien, .
Probablemente Barnes tuviera más razónde lo que él mismo creía. O también puede ser que a los escritores de los últimos veinte años no les interesó lo que Barnes tenía que decir. El resultado e que para ellos, la historia ha terminado por sobreponerse al amor.
El francés Frédéric Beigbeder trata de dar testimonio de la historia que ha terminado por ganar en su libro El amor dura tres años (París, 1997). La novela se convirtió en susegundo éxito después de 13’99 Euros, un libro dedicado a dar cuenta del mundo de las empresas y su manera de controlar el mundo contemporáneo. Si Julian Barnes se había atrevido a hacer un ensayo de 25 páginas sobre el denostado amor, aduciendo que era tarea ingrata, y que sólo era bien vista en los poetas, Beigbeder se lanza con una novela completa sobre el mismo tema. El asunto puede serespinoso: hablar del amor, e incluso de su desaparición, puede llevar a páginas cursis que jamás serán bien vistas por el grueso de escritores que se encuentran apegados al estilo desembarazado del sentimentalismo desde los ochenta hasta hoy. Pero lo anterior no quiere decir que estos escritores no desarrollen el lado sensible del amor, sino que sólo le da un giro hacia otro sitio. El amor en suliteratura, si bien no aparece aderezado con matices rosas, sí sirve para otro fin no menos romántico: delatar la del mundo. Por ello es posible que a un Irvine Welsh obsesionado con las drogas y los raves no lo deje dormir una cursilada como el amor, o que a un Bret Easton Ellis, violento y calculador, le pueda interesar el mismo tema.
Pero Beigbeder se cuida bien, su personaje elabora sarcasmo...
Me imagino la siguiente cita en la boca de un hombre que se encuentra sobre un pódium. Rara avis del activismo con los micrófonos delante y dirigiéndose a una multitud que lo mira con azoro. Con un brazo en alto y escupiendo las siguientes palabras:
Y lo mismo pasa con el amor. Debemos creer en él, o estamosperdidos. Puede que no lo obtengamos, o puede que lo obtengamos y descubramos que nos hace desgraciados; debemos creer en él a pesar de ello. Si no, simplemente nos rendimos a la historia del mundo y a la verdad de otro.
Pero el contexto de esta idea no es el mayo del 68 parisino, no tiene nada que ver con . La historia, el reclamo y la advertencia responden a un contexto que es, al menos, quinceaños posterior.
En su libro Una historia del mundo en diez capítulos y medio, publicado en 1989, Julian Barnes aglutina once relatos que deambulan entre la ficción y el ensayo histórico. El libro recoge historias bíblicas, ataques terroristas, juicios contra animales, conocidos naufragios, desamores en el Amazonas y sueños de una vida mejor.
Justo en medio de esa historia del mundo seencuentra un ensayo sobre el amor. El libro de Barnes podría definirse como una colección de relatos, pero gracias a este último ensayo, que lleva por título , el volumen obtiene la unidad de una novela. De la misma manera, y muy a pesar de los defensores de la ironía y el gélido relato, el amor se vuelve el tema central de Una historia del mundo en diez capítulos y medio.
El autor analiza el análisishistórico. Declara convencido que la historia ser encuentra avasallada por fechas: , pregunta Barnes, , Nada de eso importa, en realidad. Los datos vacuos que sólo ayudan a obtener un honroso doctorado y a aburrir a cientos de lectores cautivos no tiene mayor importancia para Barnes.
El registro de la desgracia humana, el éxito, la tristeza y la felicidad, aderezados sólo con fechas que ayudena ubicar y que no pretendan robar todas las luces de escena, es probablemente la tarea histórica más ilustrativa. Y Barnes lo intenta así con el amor. El amor como contraparte de un mundo cada vez más deteriorado. El amor que le hace decir al autor, tras presentar narraciones históricas que tienen tórridos romances con la desgracia del mundo, , o bien, .
Probablemente Barnes tuviera más razónde lo que él mismo creía. O también puede ser que a los escritores de los últimos veinte años no les interesó lo que Barnes tenía que decir. El resultado e que para ellos, la historia ha terminado por sobreponerse al amor.
El francés Frédéric Beigbeder trata de dar testimonio de la historia que ha terminado por ganar en su libro El amor dura tres años (París, 1997). La novela se convirtió en susegundo éxito después de 13’99 Euros, un libro dedicado a dar cuenta del mundo de las empresas y su manera de controlar el mundo contemporáneo. Si Julian Barnes se había atrevido a hacer un ensayo de 25 páginas sobre el denostado amor, aduciendo que era tarea ingrata, y que sólo era bien vista en los poetas, Beigbeder se lanza con una novela completa sobre el mismo tema. El asunto puede serespinoso: hablar del amor, e incluso de su desaparición, puede llevar a páginas cursis que jamás serán bien vistas por el grueso de escritores que se encuentran apegados al estilo desembarazado del sentimentalismo desde los ochenta hasta hoy. Pero lo anterior no quiere decir que estos escritores no desarrollen el lado sensible del amor, sino que sólo le da un giro hacia otro sitio. El amor en suliteratura, si bien no aparece aderezado con matices rosas, sí sirve para otro fin no menos romántico: delatar la del mundo. Por ello es posible que a un Irvine Welsh obsesionado con las drogas y los raves no lo deje dormir una cursilada como el amor, o que a un Bret Easton Ellis, violento y calculador, le pueda interesar el mismo tema.
Pero Beigbeder se cuida bien, su personaje elabora sarcasmo...
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