El amor
Pasemos ahora a sintetizar los principios, espíritu y valores de la Constitución de 1979 en materialaboral.
En primer lugar, la Constitución de 1979 levanta como principio el reconocimiento del trabajo como fuente principal de la riqueza, lo cual es una tremenda mentada de madre para losmillonarios neoliberales.
No sólo eso: la Constitución de 1979 reconoce el derecho de los trabajadores a la estabilidad laboral. El trabajador sólo puede ser despedido por causa justa. (A estas alturas,los afortunados mistis fujimoristas comienzan a quejarse de insuficiencia respiratoria.)
La Constitución de 1979 defiende también el derecho de los trabajadores a participar en la gestión, utilidadesy propiedad de las empresas. (Pobrecitos los mistis patrones: tendrán que compartir la riqueza de la que se apoderan gracias, en gran parte, al sudor no pagado de los cholos baratos.)
La cosa noqueda allí. Si usted trabaja fuera de la jornada diaria, la Constitución de 1979 requiere que su empleador abone la correspondiente remuneración extraordinaria. (Reacción de los mistis: ¡Ya no ya, estosindios de mierda se pasaron!)
Finalmente, la Constitución de 1979 ofrece garantías para los dirigentes sindicales de todo nivel. Asimismo, los sindicatos tienen derecho a crear organismossindicales de grado superior.
Estas dos últimas disposiciones, sin duda alguna, llevarán a los pendejos mistis multimillonarios a tocar inicialmente las puertas de los “organismos de inteligencia” y luegolas de los milicos de alta graduación, en especial las de aquellos que demuestran avidez por reeditar su tradicional papel de perros guardianes de la oligarquía.
El trabajo como fuente...
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