el amor
Pero Acevedo, una científica especializada en el sistema nervioso, sabe bien quela fuente del amor es la cabeza, no el corazón.
Acevedo realiza investigaciones en un campo relativamente nuevo, que trata de explicar la biología del amor romántico. Y la fría explicación es que elamor es una combinación de imágenes cerebrales, hormonas y genética.
“Todo tiene una base biológica. Ya conocemos algunos de los factores más importantes”, señaló Larry Young, del centro deinvestigaciones Yerkes de la Universidad Emory de Atlanta.
Young estudia el cerebro de un roedor monógamo para tratar de tener una mejor idea de lo que sucede en el cerebro humano.
En los humanos hay cuatropequeñas áreas del cerebro que, según algunos investigadores, forman el circuito del amor.
Acevedo, quien trabaja en el Albert Einstein College of Medicine de New York, es parte de un equipo que haaislado esas regiones y les ha dado nombres muy poco románticos: área tegmental ventral (ATV), núcleo Acumbes, pálido ventral y núcleo dorsal del rafe.
El elemento clave es la ATV. Cuando se colocó a unapersona que acaba de enamorarse en una máquina de imágenes de resonancia magnética y se les mostró fotos de su enamorado, la ATV se iluminó. Lo mismo cuando se observó a personas que siguen enamoradasluego de 20 años.
La ATV es un componente fundamental del sistema de recompensas del cerebro. Una de las revelaciones de la investigación no es tan halagadora: el amor responde a reacciones químicasdel cerebro y es como una adicción a una droga.
“El amor romántico puede ser adictivo; es una adicción muy bonita cuando las cosas marchan bien, y horrible cuando van mal”, expresó Fisher. “La gentemata por amor, y también muere”.
Los científicos estudiaron los cerebros de personas que acababan de romper con sus parejas y comprobaron que había actividad adicional en el núcleo Acumbes, que está...
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