el anarquismo
VALE Y PUEDE
E. Armand
PRESENTACIÓN
Corría el año de 1978 cuando, atraídos por la prosa de E. Armand, -pseudónimo de un longevo libertario francés que según sabemos vivió por más de cien años, con el que firmaba sus ensayos de difusión desde una perspectiva anarquista individualista-, cuando tratábamos de editar su obra, ahora digitalizadaen este espacio, El anarquismo individualista, lo que es, vale y puede, pero todos nuestros buenos deseos se estrellaban una y otra vez con nuestra falta de recursos. El ilustre patriota italiano Giuseppe Mazzini, cuyo ideal republicano no es otro que la República francesa de 1793 refundida, en las tradiciones poéticas de Dante y en los recuerdos ambiciosos de Roma, soberana del mundo, despuésrevisada y corregida desde el punto de vista de una teología nueva, semi-racional y semi-mística -este patriota eminente, ambicioso, apasionado y siempre exclusivo a pesar de todos los esfuerzos que ha hecho para elevarse a la altura de la justicia internacional, y que prefirió siempre la potencia de su patria a su bienestar y a su libertad-, Mazzini ha sido siempre el adversario encarnizado de laautonomía de las provincias, que desarreglaría naturalmente la severa uniformidad de su gran Estado italiano. Pretende que para contrabalancear la omnipotencia de la República fuertemente constituida bastará la autonomía de las comunas. Se engaña: ninguna comuna aislada sería capaz de resistir al poder de esa centralización formidable; sería aplastada por él. Para no sucumbir en esa lucha, deberá,pues, federarse, en vista de una resistencia común, con todas las comunas vecinas, es decir deberá formar con ellas una provincia autónoma. Además, desde el momento que las provincias no sean autónomas, habrá que gobernarlas mediante funcionarios del Estado. Entre el federalismo rigurosamente consecuente y el régimen burocrático no hay término medio. De donde resulta que la República querida porMazzini será un Estado burocrático y por consiguiente militar, fundado en vista de la potencia exterior y no de la justicia internacional ni de la libertad interior. En 1793, bajo el régimen del terror, las comunas de Francia han sido reconocidas autónomas, lo que no les impidió ser aplastadas por el despotismo revolucionario de la Convención o más bien por el de la comuna de París, de quien loheredó naturalmente Napoleón.
El ilustre patriota italiano Giuseppe Mazzini, cuyo ideal republicano no es otro que la República francesa de 1793 refundida, en las tradiciones poéticas de Dante y en los recuerdos ambiciosos de Roma, soberana del mundo, después revisada y corregida desde el punto de vista de una teología nueva, semi-racional y semi-mística -este patriota eminente, ambicioso,apasionado y siempre exclusivo a pesar de todos los esfuerzos que ha hecho para elevarse a la altura de la justicia internacional, y que prefirió siempre la potencia de su patria a su bienestar y a su libertad-, Mazzini ha sido siempre el adversario encarnizado de la autonomía de las provincias, que desarreglaría naturalmente la severa uniformidad de su gran Estado italiano. Pretende que paracontrabalancear la omnipotencia de la República fuertemente constituida bastará la autonomía de las comunas. Se engaña: ninguna comuna aislada sería capaz de resistir al poder de esa centralización formidable; sería aplastada por él. Para no sucumbir en esa lucha, deberá, pues, federarse, en vista de una resistencia común, con todas las comunas vecinas, es decir deberá formar con ellas una provincia autónoma.Además, desde el momento que las provincias no sean autónomas, habrá que gobernarlas mediante funcionarios del Estado. Entre el federalismo rigurosamente consecuente y el régimen burocrático no hay término medio. De donde resulta que la República querida por Mazzini será un Estado burocrático y por consiguiente militar, fundado en vista de la potencia exterior y no de la justicia internacional...
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