El arco y la lira

Universidad Del Tepeyac.

Semiótica.

Alma Geraldine Montoya González.

Profesor Víctor Mendoza.

Ensayo del primer parcial, basado en el capítulo de El Lenguaje, del libro El Arco y La Lira de Octavio Paz.

El lenguaje…ese pequeño monstruo que nos divide, define, une, pero sobre todo, comunica.

Fecha de entrega: 14 de septiembre del 2010.

El lenguaje…ese pequeño monstruo que nosdivide, define, une, pero sobre todo, comunica.

En el principio estuvo la palabra, efectivamente para decir eso, para decir que era el principio, pero, ¿cómo es que le hacemos los humanos para nombrar todo y así sacar la nada del todo y convertir el caos en orden?

La definición de las palabras, la significancia de los signos y el significante del mensaje siempre han sido temas de discusiónpara todo el mundo, pero, el hecho de que para todo se usen eufemismos, ¿no causa que toda la comunicación quede trastocada y regrese al caos?

*De la poesía confusa y difusa.

Hay figuras poéticas y retóricas que hacen que el lenguaje sea más elaborado y más adornado, pero muchas veces, si no es casi siempre, lo más simple es lo mejor, lo básico es menos confuso y lo difuso siempre es ambiguo.Se dice que lo innombrable es lo desconocido, que una ves que algo tiene pasa a formar parte del mundo, pero el hecho de que nombres algo no necesariamente es definirlo, hay tantas cosas abstractas que se nombran y muchas veces no se entiende ni el significado, como el amor o los pensamientos, o incluso el mismo Dios, ese vocablo que muchos ocupan con un fervor casi reverencial, pero queseguimos sin confirmar.

Así que no es de sorprender que toda la confusión que se torna en cuanto a nomenclatura, signo, significado, habla, lengua y lenguaje haya sido acogida por una ciencia, la lingüística para tratar, aunque sea tratar, de explicar las palabras que nos rodean, nos definen, nos dan esperanza, nos comunican, nos impiden y nos inmortalizan.

Siguiendo con ésta línea depensamiento, porqué si nos esforzamos en encontrar la verdad de las cosas y la definición intrínseca de la materia, una vez que la encontramos y la definimos, la escondemos detrás de un eufemismo.

Presentados los argumentos de la casi imposible tarea de determinar los valores y propiedades de las cosas por medio de simples nombres, pasaré ahora a justificar ese desesperado intento de nomenclatura.

*Lanomenclatura, el puente del abismo.

Creo que el tener miedo a lo desconocido es, precisamente es esa ansiedad que nos causa la duda y el no saber que es, por tanto si lo nombramos, el objeto en sí, pasa de ser algo abstracto a ser una palabra, un signo y algo palpable, deja de ser una quimera para ser la definición que se le da.

Pero ahí es donde viene la vuelta de tuerca de este tema, noporque nombremos algo deja de ser un desconocido y pasa totalmente a formar parte de nuestra vida cotidiana; no porque nombremos al miedo, la decepción, o la angustia, significa que sabremos manejarla.

Por otro lado; están los significados ocultos de cada una de las palabras, como claramente lo expresa el capítulo, decimos justicia cuando clamamos venganza, amor cuando es sexo, dinero cuando enrealidad es felicidad; damos otros valores a las palabras, y está pasa de ser X (haciendo una analogía con las matemáticas) una constante a ser Y, una variable que puede tomar las miles de formas que la combinación de los vocablos nos permita.

Las ambigüedades que nombro no se producen porque el signo sea defectuoso para describir al objeto, o que las palabras al ser subjetivas estén encerradasa no poder ver la verdad, ésta ambigüedad existe porque el significado y el significante son los valores que les atribuimos, las cadenas del pensamiento de cada individuo están ligadas directamente a la idiosincrasia, a la vida interna que haya tenido con cada una de las palabras que nombra, en otras palabras, la historia de su pensamiento está en proporción directa a la historia con la que la...