El Arrepentimiento De Chico Dólar
Cuando sus “angelitos” lo libraron de la IVE, cantó a todo pulmón su felicidad con una pasión que su esposa hacía tiempo no veía en él. Aunque algún tiempo atrás, una noche que el ron aflojó sus palabras, soñó por un instante nunca haber conocido a los hermanos Barquín y al diputado Jaime Martínez Loaiza.
Francisco Rodríguez
frodriguez@elperiodico.com.gt
Esamañana, el reloj marcaba las 06:10 horas y el calendario el día 15 de julio. Francisco Morales, “Chico Dólar”, vistiendo una pantaloneta, bajó del segundo nivel de su casa para atender el insistente timbre. Quitó los cerrojos y abrió la puerta. Con la luz de la mañana, entró una escena que ensanchó de sorpresa sus pequeños ojos negros, esos que le dan un aire de niño asustado. Fiscales y una partede las 24 unidades policiacas desplegadas desde la ciudad capital le pedían colaborara para ingresar a su hogar.
Nervioso, pidió la orden de juez que les daba la potestad de ingresar. Los fiscales le mostraron el documento y, como si aquello fuera un juego que él ya conocía, volvió a la calma. Él mismo guió a las autoridades en el recorrido por su casa, se le veía tranquilo, quizás por que losenviados de sus amigos diputados lo entrenaron para visitas de este tipo y de las que salió perfectamente librado.
En el primer nivel había estacionada una camioneta Audi del año valorada en no menos de Q500 mil y un picpop doble cabina. La televisión plasma de 60 pulgadas era la atracción principal de la sala, aunque perdía su encanto al estar en medio de un teatro en casa mal acomodado. Losmuebles eran de cedro puro con acabados elegantes, pero diluidos entre el desorden del hogar.
Definitivamente lo suyo no era la decoración de interiores, lo suyo era manejar dinero, excesivamente mucho dinero. Tantos eran los fajos que, cuentan quienes le conocieron en sus años abundantes, en su otra oficina frente al parque central no le basta una mesa de dos metros para colocarlo todo. De punta apunta se apilaban en forma de volcán los billetes, todos con denominación de Q100. Al lado, un costal con todavía más efectivo. Metía la mano en el saco y extraía bolas de papel moneda arrugadas como si estas hubieran sido digeridas por una vaca, las estiraba y aplanaba firme con la palma de su mano antes de sumarlo a los de la mesa. El servicio de lavado de dinero incluía planchado.
Elallanamiento continuó normal. En el pasillo encontraron cajas con documentación de empresas, transacciones y demás documentos mercantiles, como si estuvieran listas para ser llevadas a otra parte, o quizás no, tal vez ese era su lugar dentro de la casa. La caja fuerte estaba vacía, Morales estaba tranquilo. Fue una llamada, o un mensaje de texto, las autoridades no están seguras de cómo le contaron, lo queterminó con su paz.
Lo alertaron de la captura de sus colaboradores, en ese momento, la promesa de poder dormir sin miedo, la que algún día le habían hecho sus amigos Jaime Martínez Loayza, el diputado casique de Jutiapa que lo llevó a la Gran Alianza Nacional (Gana), Manuel Barquín, el que le arregló la reunión con “los señores del Banco”, y Edgar Barquín, el xxxx que le dio las últimasrecomendaciones para salir bien librado, se desplomó para dar paso a la pesadilla que tantos meses lo angustió a él y enfermó a su esposa “de nervios”.
“Díganme qué está pasando aquí ¿Vienen por mí? ¿Me van a llevar preso? ¡Dígame! ¡Están violando mis derechos”, gritaba ahora exaltado. El Fiscal a cargo, dado que no tenía ya más opciones, llamó a dos agentes policiales para que le notificaran suaprehensión. Morales quería continuar presente durante el allanamiento pero, al ser oficialmente detenido, no podía hacerlo, insistió pero su ruego no fue escuchado. Pidió unos momentos para despedirse de su familia, abrazó a su esposa, a su hijo, el que estudia Relaciones Internacionales en una universidad privada de la ciudad capital, el mismo que reside en carretera a El Salvador en una casa que...
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