el arte de escribir (Melvin Mencher)

El arte de escribir
(Melvin Mencher)
Sea que se trate de una historia de tres párrafos en el periódico o una historia extensa para el periódico del domingo, la historias deben ser cuidadosamente construidas:
La estructura: el lead y la nuez que establecen los elementos esenciales de la historia y el cuerpo que la amplifica y la expande
El contenido: los hechos, derivados de la observacióndirecta, del trabajo con las fuentes creíbles y la presentación de ellos de forma precisa a través de historias contadas a través de personajes que respondan el qué pasó, quién estaba involucrado, cómo se desarrollo el conflicto, las causas del evento, cómo y por qué y que sigue.
Las historias que contienen estos elementos pueden satisfacer a los lectores por su orden lógico y por el uso precisoy económico del lenguaje. Pero mucho más se espera de los reporteros. La historia debe estar divinamente bien escrita.
Hay un dicho muy popular que dice que los grandes escritores nacen, no se hacen. Si ello es así, sería inusual que existieran las facultades de enseñanza del oficio y de escribir y textos que compilen ese conocimiento. Aún así, es posible aprender a escribir bien. Es posible quedurante el proceso de aprendizaje surjan talentos ocultos. Este inesperado descubrimiento del poder y la belleza de las palabras ha transformado a muchos jóvenes, hombres y mujeres en el planeta en galardonados escritores.
Por años, la redacción periodística ha tenido una reputación de ser una mala redacción. Una reputación probablemente bien ganada. Esta clase de escritura era mejor descritapor un editor de ciudad de California que ha descrito la escritura y redacción de las salas de prensa como “el mínimo básico de comprensión”.Ahora, mucho más que el mínimo se requiere. Genios no. Trabajo, sí. Los editores buscan reporteros que puedan escribir la verdad con estilo, gracia y sofisticación.
Los periodistas talentosos o los del trabajo de overol, principiantes o experimentados, loshombres y las mujeres que escriben para ganarse la vida viven constantemente aprendiendo del oficio. Tienen una “idea del oficio” como el académico inglés, Farnk Kermode, lo dice, ellos manejan “haciendo las cosas cada vez más correctas, precisas y profundas”. Para puntualizar su trabajo, los periodistas leen novelas que los inspiran a ir más allá de ellos mismos y para aprender las técnicas queconstantemente están puliendo. Y escriben, escriben mucho y lo saben. No hay manera de aprender a escribir distinta a la de gastar interminables horas frente a la máquina de escribir.
Ernest Hemingway leía cinco horas diarias, y escribía y rescribía. El escribió, él dice, 39 versiones distintas del final de Adiós a las Armas, un lujo no garantizado a ningún periodista. Pero los editorespermanentemente se quejan de que los reporteros se satisfacen con la primera versión de sus escritos. Durante los 70, el poeta Carl Sandburg escribió: “toda mi vida he tratado de aprender a leer, a ver y a escuchar. Si Dios me da cinco años más de vida, espero volverme un escritor”.
Cada escritor le resulta familiar la agonía del cambio elusivo de las palabras. El escritor sabe que las palabras sólo vienena la vida sólo después de un continuo y constante trabajo. El objetivo es la perfección en la expresión, el absoluto acuerdo entre las palabras con los eventos que se reportan. Walt Whitman escribió el objetivo del escritor de la siguiente manera:
“Un escritor perfecto puede hacer que las palabras canten, bailen, se besen, hacer lo que los hombres y las mujeres hacen, lloren, tengan rabia,apuñalen, roben, provoquen incendios, saqueen ciudades”.
Seguir a los maestros constituye una buena práctica. Los escritores creativos y los de oficio saben y siguen y buscan su propia voz desde la emulación. Enseñando a los estudiantes de la Academia Real sobre sus métodos de estudio, Joshua Reynolds, un pintor del siglo XVIII le aconsejaba a sus estudiantes: “El más extensiva de sus logros se va a...