El arte de la guerra
“EL INTELECTUAL PÚBLICO HA SIDO REEMPLAZADO POR EL OPINÓLOGO”
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** Daniel Salas, doctor en Literatura Hispánica por la Universidad de Colorado. Actualmente es crítico cultural, investigador y profesor del área de Estrategia y Liderazgo en CENTRUM Católica
Daniel Salas no habla de lo que no sabe. Él, que cuida con aguda minuciosidad suspalabras, se vio enfrentado –sin quererlo– con su antítesis: Phillip Butters. El periodista deportivo lo descalificó vía Twitter al considerar que la literatura era un pasatiempo que no debía ser tomado en serio. Salas, que no ha hecho del insulto su consigna, lo bautizó con un simple pero definitivo enunciado: “el hombre que no podía dejar de opinar”. Y ese es el problema, según dice. La multiplicaciónde los opinólogos y la desaparición de los intelectuales públicos es una realidad que acompaña el contexto peruano actual, donde el que menos habla enérgico de política, literatura, fútbol y más, sin dominar, si quiera, una de las tres especialidades.
Por Milagros Olivera Noriega
-Usted tiene un texto en el que se refiere al libro “Las siete llaves de la imaginación” de Piero Morosini, dondemenciona que el problema de la ficción es que no está bien vista. ¿Es ese el problema o que no está correctamente comprendida?
El problema es que no entendemos bien el concepto de ficción. No es que esté mal visto, es que en nuestra vida diaria estamos leyendo textos de ficción y estamos creando ficción, pero no nos damos cuenta de que son ficción. Tenemos que ser conscientes de que los seres humanosestamos constantemente creando ficciones y en el mundo contemporáneo la televisión es la máquina de producir ficciones.
-Usted calificó a Phillip Butters como “el hombre que no podía dejar de opinar”, en respuesta al entredicho que los enfrentó en Twitter. ¿Cuál es el problema de que los opinólogos tengan tribuna?
Porque se crea la ilusión de que hay un conjunto de personas cuya opinión tienealguna validez, pero la verdad es que esas opiniones no tienen ningún respaldo profesional, científico o académico. Entonces, la gente dice: “Es así porque lo dice Phillip Butters”. Él es solo un ejemplo de las muchas personas en Perú que se han apoderado de la opinión pública.
-En este contexto, ¿dónde queda el intelectual público de los años 70?
Antes teníamos opinando a Aníbal Quijano, aAlberto Flores Galindo, que eran intelectuales de verdad, pero ahora la figura del intelectual público ha desaparecido. Hasta los años 80 había personas como Jorge Basadre y antes había gente como Víctor Andrés Belaunde, como José María Arguedas. Esa figura del intelectual público ha sido reemplazada por la del analista político, el analista económico o el opinante u opinólogo, pero la figura delintelectual público simplemente ya no existe. Yo no tendría ningún problema con que desaparezca la figura del intelectual público si fuera reemplazada con la figura del especialista. En cambio, tenemos a gente que no sabe de economía y habla de economía. Sobre todo a esos abogados salidos de la escuela de Yale que no son economistas –como Alfredo Bullard o Enrique Pasquel– pero hacen análisiseconómico.
LOS CRIOLLOS Y LOS ANDINOS
-Usted pertenece a la generación de escritores limeños que se encontraba en un permanente enfrentamiento con los escritores de provincia. ¿Existe un sectarismo literario en el contexto peruano?
No tengo mucho que ver en ese debate que, en mi opinión, tenía presupuestos equivocados, tanto de uno como del otro lado. Especialmente Fernando Ampuero, su posición estabacompletamente equivocada, pero también estaba equivocado Oswaldo Reynoso.
-Hace poco Oswaldo Reynoso publicó una carta dirigida a Caretas en respuesta a las declaraciones de Santiago Roncagliolo en relación al concurso El Cuento de las 1000 Palabras. Textualmente dice: “Voy a cumplir 83 años y he batallado toda mi vida contra ese lumpen de intelectualoides”.
Sí, él maneja esa retórica, pero no...
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