El arte de modificar las cosas que el hombre toma de las manos de la naturaleza ó produce mediante el cultivo de la tierra
Nació la industria fabril con la agrícola, y crecieron juntas en su infancia, porque el labrador de los tiempos primitivos molía el grano de su cosecha, é hilaba y tejía el vellón de sus corderos.
La prosperidad de una y otra hizo forzosa la división del trabajo. Hubo desde entonces labradores y artesanos: aquéllos habitaron los camposy éstos fundaron las ciudades. La industria agrícola necesita aire, sol y espacio, y no puede vivir sino debajo de la anchurosa y elevada bóveda del cielo, mientras que la fabril requiere talleres limitados, concentración de fuerzas, recíproco auxilio, grande actividad y movimiento. Por eso se refugia en las ciudades populosas que son a la vez centros de producción y focos de consumo.
Grande esla influencia de la industria fabril en la riqueza y prosperidad de las naciones, bien se considere el acrecentamiento de la producción, en cuanto a ella se debe la inmensa variedad de cosas necesarias, útiles y agradables al hombre, bien se repare que proporciona trabajo a una población numerosa, bien se advierta que vivifica la agricultura facilitando el cambio de géneros por frutos, ó quealimenta el comercio extranjero ofreciendo multitud de artículos de exportación por otros de importación.
Y no tan sólo goza el hombre de estos beneficios de la industria fabril, sino que también despierta la actividad, enseña la economía, corrige las costumbres y persuade a la adquisición de un gran número de conocimientos aplicables a la mano de obra, y así el obrero mejora de condición y ennoblece suexistencia. Todos los productores participan de esta dicha, porque para todos hay trabajo y a todos procura medios de vivir y gozar multiplicando los artefactos y perfeccionando los procedimientos industriales; de modo que en lugar de la escasez y carestía de los vestidos, muebles y otros objetos de necesidad, comodidad ó lujo, prevalecen la abundancia y baratura que los ponen al alcance de lasmenores fortunas. Las medias de punto de aguja eran un presente y regalo de príncipes en los tiempos de Felipe II que fue quien primero las usó en España; y hoy, gracias al adelantamiento de la industria, las lleva el artesano más humilde. Un par de guantes costaba en el siglo XVII cuatro ó cinco ducados, precio excesivo que sólo podían pagar los grandes y caballeros; y hoy, por la octava parte deaquella suma, lo compra la gente de condición más llana.
Dícese que con el progreso de la industria fabril nacen deseos inmoderados y se crean necesidades facticias que atormentan al hombre y destierran la virtud de la templanza en el comer y vestir del corazón de los pueblos. La frugalidad es en efecto digna de aplauso, cuando no llega la parsimonia a escatimar lo necesario a las justascomodidades de la vida; pero si traspasa estos confines, raya en vicio. Cuando la sobriedad degenera en miseria, lejos de alabarla, nos atrevemos a reprenderla, pues impide la constancia en el trabajo, y sin ella no se alcanza la perfección de las artes mecánicas, ni se obtienen las manufacturas a precios acomodados, ni la inteligencia se eleva, ni se suavizan las costumbres. Por lo común la sobriedad delos pueblos significa su resignación a la pobreza a trueque de no romper con sus hábitos de ociosidad.
La industria fabril convida con mayores adelantamientos que la agrícola, porque se presta con más docilidad a la invención y perfección de los productos, al empleo de las máquinas y procedimientos económicos, a la división del trabajo y a la cooperación de los productores. Tiene poca cuenta...
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