EL ARTE EN EL MUSEO NACIONAL DE LAS CULTURAS
En el museo nacional de las culturas en la sala colonial en el muro derecho del lobby se aprecia el mural La revolución, de Rufino Tamayo. La obra estádestinada a cubrir el cubo principal del recinto, actividad que no se concretó, quién sabe por qué.
Apenas uno entra, es fácil deducir que esa misma sensación de abandono se percibe en cada rincóndel museo; el silencio y la frescura del lugar que contrastan con el ritmo de vida provocado por el comercio informal que reina en las calles del centro histórico es de gran comodidad.
Lo másenriquecedor del acervo del museo es la posibilidad de hacer una mejor construcción de la vida antes de la era cristiana, ya que la exhibición de obras provenientes de Mesopotamia, Egipto y Persia secontextualiza geográfica y temporalmente de una manera exacta y sencilla.
El museo contiene obras de países como Perú, Panamá, Canadá, China y Tailandia, entre otros, por lo que representa un collage visualque difícilmente podría apreciarse en un mismo recinto.
Se cuenta por ahí que las principales piezas que solían exhibirse aquí se mudaron a otras sedes, tales como el Museo del Chopo o el MuseoNacional de Antropología e Historia, cuando éstas se inauguraron, así que si consideras que la cantidad de piezas expuestas le queda chica a un edificio considerado monumento nacional desde 1931. Pero losjardines del museo o que el deseo que pidas en la fuente tenga que ver con la cantidad de obras. Entre música, esculturas, objetos de la vida cotidiana y atuendos hay suficientes historias para quesatisfagas tu curiosidad durante horas.
También se exponen cuadros y objetos huicholes, el arte textil de los indígenas amuzgos quienes tejen en telar y hacen huipiles, rebozos, etcétera, una exposiciónsobre el maíz y su importancia en nuestra cultura y pintura sobre amate.
Este museo nos acerca más a las herencias culturales más importantes: la comida, dependiendo de la exposición que te toque...
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