el articulo uno

La elaboración del ensayo cuyo título da nombre a la presente, editada por Porrúa en marzo del presente año, se vio interrumpida por la razón de explicar a un sinnúmero de legos del derecho los considerandos rectores del fallo de mayoría y de los votos particulares de los "disidentes" -que no lo fueron en su esencia- todos Ministros que integran la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia dela Nación, en el amparo en revisión 2806/2012, lo que impidió poner a consideración de ustedes la segunda parte del prólogo que con mucho orgullo y el afecto que al autor, le tengo tuve el privilegio de realizar, ¡continuamos!
"Entonces, aquellos comentarios de don Guillermo Pacheco en su búsqueda del "hombre" acogiéndose a una máxima tomada del digesto, no va dirigida de manera exclusiva alvarón sino también a la mujer, sujetos a quienes se les debe garantizar y asegurar indefectiblemente los beneficios de la norma constitucional referidos en su opúsculo. Coincido nuevamente con el autor. Nada tiene de sencillo encontrar el verdadero significado de los "Derechos humanos"; del "hombre", en la acepción antes dicha, por tanto el trato que estos conceptos deben tener para el juzgador nopueden observarse a la luz de la interpretación de una norma secundaria, aserto que se convierte en una realidad que debe ser superada por quienes tienen el honor de ejercer esta noble tarea. Los juzgadores.
El gran caballero andante ya nos hablaba de los derechos humanos cuando en los menesteres de la impartición de justicia aconsejaba a su fiel escudero, compañero de aventuras mil: "Cuandoencuentres Sancho, en pugna la Ley y la Justicia, inclínate por la Justicia"; o aquel bello pasaje del mercader de Venecia de William Shakespeare, en donde el Juez Porcia, al ser impetrado por el prestamista Shylock para que cumpliera con la ley y Antonio, su deudor fuera sujeto de sufrir la pena consistente en que se le cortara una libra de carne cerca del corazón, el Juez Porcia sentenció: "Podeiscortar esa carne de su pecho. La ley lo permite y el tribunal os lo autoriza... pero si al cortarla te ocurre verter una gota de sangre cristiana, mueres y tus tierras y tus bienes serán confiscados en beneficio del Estado de Venecia". Shilock desistió de ejecutar el fallo y finalmente se hizo justicia verdadera.
Como este bello pasaje, podríamos citar a personajes del pasado reciente como WinstonChurchill, John Fitzgerald Keneddy, Mahatma Gandhi, la Madre Teresa de Calculta, el Dalay Lama, quienes en sus improntas no hacen más que aludir al tema de los derechos humanos, no desde el punto de vista imperativo categórico Kantiano, sino desde el punto de vista del ius naturalismo del que hace referencia atinadamente el autor de este ensayo. Para muchos de los lectores, el tema de los derechoshumanos se convierte, por una parte en un tema de excelsitud, para otros en una trapisonda, empero, los derechos humanos representan en suma un concepto de una jerarquía mayor "la dignidad humana".

Para Miguel Carbonell, más que derechos humanos, deberíamos llamarlos derechos fundamentales; por su parte el autor asume una actitud ecléctica en su discurso que va tejiendo de tal manera que noscompromete a dilucidar este entramado jurídico que tiene sutiles diferencias como sucede con los Derechos Universales, fundamentales. Entonces, las teorías son variadas. Derechos Humanos. Derechos del Hombre. Don Guillermo Pacheco nos regala el pensamiento del poeta, dramaturgo, diplomático, ensayista y escritor, Jaime Torres Bodet, a guisa de comentario, director General de la UNESCO en los años dela postguerra 1948-1952, hombre previsor, ecuánime, diplomático de altos vuelos en los años veinte, en su poema "el hombre" como un epígrafe de lo que representa el tema que nos ocupa, el análisis ex post de los derechos humanos ante los acontecimientos de la modernidad jurídica en el escenario nacional y regional a virtud del pacto de "San José".
Continuando con mi recorrido que motiva esta...