EL AUTORRETRATO

ENTRE EPICURO Y BAUMAN:
La Efímera Felicidad Contemporánea

En el mundo actual la Felicidad viene en tantos tamaños y presentaciones, que difícilmente sabemos escoger cuál es la que más convienepara nuestras vidas. Ya no es suficiente aplicar lo que juiciosamente nos explicó Epicuro siglos atrás, llevando un comportamiento moral digno de ser seguido; ni mantener la amistad, el cuerpo y elplacer en un equilibrio perfecto para alcanzar el bienestar espiritual. Y no es suficiente, puesto que Epicuro no contaba en su tiempo con ese monstruo que hoy conocemos como la “Sociedad de Consumo”.Esta sociedad, que a cada momento nos bombardea con publicidad de nuevas mercancías para nuestro deleite, es la que ofrece pequeñas dosis de felicidad, que nunca podrá ser completamente satisfecha paraque el ciclo de consumo nunca se cierre.
Pero más allá de los simples objetos que nos producen una felicidad efímera, la misma sociedad convirtió a las personas y las relaciones en objetos deconsumo, produciendo seres individualizados, preocupados por su satisfacción y gozo personal, evadiendo y excluyendo a los “otros”. Ya ni siquiera hay un mantenimiento de valores familiares, porque como diceBauman “ya nada es para siempre” todo es volátil, líquido. Esa solidez de las relaciones que proponía la frase “hasta que la muerte nos separe” parece ser una cosa del pasado. Ya no hay unaconstrucción de valores colectivos, y trabajar por un bien común es cosa de unos pocos. Ahora parece que la búsqueda de la felicidad fuera mantener el individualismo por encima de todas las cosas.
Es difícilen estos días asumir una postura crítica y un cuidado de sí mismo moralmente aceptable debido a tanto bombardeo mediático. Pero no es imposible. Epícuro nos dio las vertientes para el mantenimientode un comportamiento ejemplar, y Bauman evidenció las artimañas que la sociedad de consumo utiliza para endulzar nuestros sentidos. Ahora la clave es retomar los valores que con el tiempo se han ido...