El Año De La Fe. Introducción

DIÓCESIS DE HUARAZ
“Sí al encuentro, no a la indiferencia”

“Caminen firmes en la Fe”


Huaraz, Setiembre 2012

1. Queridos sacerdotes, estimadas religiosas, hermanos y hermanas laicos, caminen firmes en la fe. Inspirado en estas palabras de San Pablo, quiero invitarles a vivir intensamente en nuestra diócesis el Año de la Fe que S.S. Benedicto XVI ha convocado para la IglesiaUniversal. Qué actualidad cobra hoy esta exhortación del Apóstol: “caminen en el Señor Jesús, tal como ustedes lo han recibido, bien enraizados y edificados en él, firmes en la fe que les fue enseñada y dando gracias constantemente. Tengan cuidado, que nadie les engañe con su filosofía y con embaucamientos vacíos inspirados en tradiciones humanas y no en Cristo” (Col 2,6-8). Los nuestros son tiempos decambio, confusión y desconcierto, por eso Cristo Redentor nos regala el Año de la Fe, un tiempo de gracia para renovar nuestra vida cristiana y para empeñarnos decididamente en el itinerario creyente del Plan Pastoral Diocesano.
2. Muchos se preguntarán ¿por qué un Año de la Fe? Porque en estos tiempos, nos dice el Papa, la humanidad vive una “profunda crisis de fe”. Nosotros lo sentimostambién en la Diócesis de Huaraz. ¡Cuánto ha cambiado la vida creyente en nuestros pueblos y serranías! Hasta hace algunos años se “respiraba” un ambiente cristiano en las familias, en la sociedad, en la cultura. Hoy ese clima creyente se está eclipsando para dar paso a la duda y la desconfianza. Hoy se percibe una dramática separación entre la fe y la vida; es común escuchar el pensamiento: “soycreyente pero no practico”; ¿se puede llamar cristiano alguien que renuncia a expresar en su vida la belleza de la fe? En tantos otros se ha instalado la tibieza, la frialdad y la indiferencia ante toda práctica creyente. Algunos consideran que la fe ha pasado de moda y ponen toda la confianza en la ciencia experimental. Dios es progresivamente desplazado de la vida personal, familiar y social. Seva instaurando la dictadura del relativismo, especialmente moral y religioso, que sostiene que todo es lícito, todo está permitido, aún aquello que sabemos es malo en sí mismo. En cuántas conciencias se arraiga un criterio práctico y perverso: “comamos, bebamos, gocemos… que mañana moriremos”. Nuestros jóvenes sufren la influencia de ideologías extrañas que mezclan la fe cristiana con ideascósmicas contrarias a Jesucristo. Se acentúan formas diversas de sincretismo que pretenden –equivocadamente– combinar la fe católica con el espiritismo, la magia, la reencarnación, oscuras fuerzas angélicas… Todo ello crea una grande confusión en nuestro pueblo sencillo, debilita la vida cristiana y anestesia la fuerza del testimonio creyente.
Vivimos tiempos de profundos cambios. No debemostener miedo a la transformación, eso sí, debemos estar siempre preparados para “dar razón de nuestra esperanza” (1Pe 3,15). En la diócesis de Huaraz, es verdad, se mantienen muy vivas las tradiciones de piedad y religiosidad popular cristiana. Sin embargo este patrimonio moral y espiritual corre el riesgo de perderse bajo el impacto de múltiples procesos como la secularización y la difusión delas sectas. Hace algunos años, al discernir la urgencia y necesidad del Plan Pastoral Diocesano, hemos constatado diversas insatisfacciones en nosotros, entre ellas, “una insuficiente experiencia de Dios, la falta de testimonio y de formación en la fe”. El problema fundamental de nuestra Iglesia local, que se puede resumir en la falta de comunión y participación, la escasa formación cristiana y lafalta de evangelización, no es ajeno a la crisis de fe actual, al contrario, se entiende a partir de ésta, pues hemos olvidado la centralidad de la fe como encuentro vivo con el Señor Jesús.
3. Frente a esta realidad ¿qué hemos de hacer? Debemos “creer en Jesucristo”, responde Benedicto XVI. La fe en Él “es el único camino para poder llegar de modo definitivo a la salvación” (PF 3). Por eso...