El Banquete Aymara Mesas Y Yatris
EL BANQUETE AYMARA MESAS Y YATIRIS~
La Paz - HISBOL. 1995. Gerardo Fernández Juárez
Es de celebrar la publicación de un trabajo novedoso sobre la
llamada 'religión andina', y más cuando se trata de un trabajo original,
basado en investigaciones de campo recientes, y no sólo un folleto o
una recopilación de documentos archivísticos (por mucho que se
reconozca la labor dedicada querepresentan estos últimos, y su valor
histórico, es indudable que no representan el estado actual de las cosas).
La obra de Gerardo Fernández repesenta una labor sustancial, quizás
hasta el punto de espantar a algunos lectores por su tamaño (1570
pp.). Considerando también la depredación de las reservas forestales a
nivel mundial, es cierto que incluye algunas partes que, aunque hubiesen
sido necesariaspara los requerimientos de una tesis doctoral en la
Universidad Complutense de Madrid, aquí están en realidad por demas;
el primer capítulo (pp. 37-116), sobre el ciclo de vida y 'las ceremonias
del año' es un resumen general que no aporta nada nuevo y tampoco
se integra de manera significativa con el cuerpo central del estudio.
Además, adopta la posición 'Aibó-Mamani' que enfatiza el punto devista
patrilateral referente al parentesco andino (por ejemplo, viendo a la
esposa como 'subsumida' en la parentela del varón, etc.: p.59) sin
considerar opiniones disidentes como las de Martha Hardman y otras;
no es casual que estas otras visiones procedan de etnógrafas mujeres,
un punto al cual tendremos ocasión de volver adelante.
La parte original del estudio se vuelca sobre el análisis de lasmesa/
misa rituales en términos de alimentación de los seres no humanos
destinatarios de las ofrendas, junto con una descripción de la
alimentación humana en la provincia Omasuyos (parte rural) y la ciudad
de La Paz. Sin embargo, los comentarios sobre la comida urbana
enfatizan demasiado en las que se ofrece en las pensiones y no en las
que los 'residentes' comen en sus casas, que aunque diferentesde lo
que se come en el campo, no corresponden a la comida comercial.
Digo 'junto con', porque no se presenta un análisis de la comida humana
ni tampoco se hace referencia los estudios existentes referentes a este
tema (por ejemplo, Spedding 1993a, Weismantel 1988); por lo tanto no
se llega a una comparación de estos sistemas alimenticios, sino
únicamente a una yuxtaposición, y la comida cotidianano aparece en el
-análisis de 'La simbología del gusto' (Cap. VI, pp. 351-368) que es, sin
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duda, la parte más creativa del estudio. Parece que en este acápite el
autor 'recae en el estructuralismo' pero hay motivos que explican por
qué esto suele ocurrir a los que se meten a analizar los sistemas
simbólicos (Spedding 1993b) y, como coparticipante en el delito no puedo
descartarlo deantemano. Además, Fernández basa su análisis
estructuralista en sus datos de campo; no va más allá de ellos, aunque
podemos estar en desacuerdo con el énfasis que da a ciertos elementos;
por lo tanto, su obra queda exenta de las críticas que se puede hacer a
algunos de sus precedentes en el tema, como por ejemplo Martínez
(1987) donde el afán clasificador y teórico del autor parece imponerse
por encima delos datos recogidos. Entonces voy a resumir brevemente
la contribución realizada en este capítulo.
El autor presenta el universo de las mesa a través de una división
quatripartita: Gloria, Chullpa, Pachamama y Saxra, como las cuatro
clases de destinatarios de ofrendas. Luego lo desarrolla en términos de
las características de las ofrendas apropiadas a cada uno: su color, su
textura ('áspero,blando, duro, tierno': p. 359), su 'aroma' (como huele
el 'plato' ofrecido) 1 y el 'gusto' (sabor) resultante. Estos gustos, pero,
van desde el 'sabor/olor' estrictamente dicho hasta la constitución del
'plato'; entonces los 'platos' de Pachamama son 'sabrosos', del Saxra
'picantes', de Gloria 'insípidos' y de Chullpa 'crudos' (p.361ff).).
Lastimosamente no da el equivalente en aymara de esos...
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