Acostumbrarse al estruendoso ruido de un potente Pick up, que desde muy temprano retumbaba en mi ventana, el grito eterno de la vendedora de bollos que con aquella voz no tan melodiosa me recordabaque era hora de levantarme, mirar por la ventana y ver a gran cantidad de mis vecinos huyendo hacia el trabajo o hacia el estudio dependiendo cual fuese su terrible realidad, ir a lo que se suponía loque era la cocina, imaginándome de antemano cual iva a ser el menú del día, con una seguridad propia me atrevía asegurar que era bollo, mi gran interrogante era con que venia…en los mejores días eracon queso..en los regulares mantequilla, en los peores ni siquiera el bollo, salir a la calles polvorientas y llenas de huecos, crecer en un barrio popular de Barranquilla donde la vida puede costarsolo un par de zapatos o un reloj, ese barrio donde crecí donde el olor a champeta y la alegría se desbordaba por doquier , donde en las navidades nos dábamos una sopa de menudencias mil abrazos yun sin fin de bendiciones, barrio populoso donde los que crecieron conmigo lo hicimos en medio de un mar de pandillas y drogas y pudimos comprobar que uno es lo que quiere en la vida sin importar losmedios en que este, y que grande una voz amiga en aquellos momentos en que la razón flaquea , barrio de mi alma donde viví mi primer amor que por años siento ha sido el único verdadero, y que en cadade sus esquinas guarda tanto de mi como yo de el, casas llenas de salitre donde viví momentos de risas inocentes, casas donde faltaba el agua pero la solidaridad para ir a buscarla y compartirla eraúnica, pedazo de barrio donde el que le compraban una bicicleta era declarado héroe nacional, y dábamos vueltas en ella alternadamente, en tiempos en que un play Station ni un MP4 atrofiaba nuestrasmentes, barrio olvidado por sus gobernantes pero jamás de Dios, guaca de mi barrio donde faltaba la comida pero donde comían dos comían tres y hasta cuatro, barrio donde tus calles polvorientas me...
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