El budismo de nichiren daishonin sgi
I. Los deseos humanos son la iluminación
II. Principios Filosóficos
III. Conceptos Básicos
Los deseos humanos son la iluminación
A menudo, las personas que conocen el budismo de Nichiren por primera vez, se sorprenden por la postura de éste hacia los deseos, la cual parece contradecir la imagen prevaleciente del budismo, ya que para muchos, éste se asocia con el ascetismo y en efecto, hay muchas escuelas y tradiciones que enfatizan la necesidad de eliminar los deseos y cortar con todos los apegos. Una vida controlada por los deseos es miserable. En las escrituras budistas se simboliza ese estado de vida con "demonios hambrientos" con cabezas gigantes y enormes bocas pero con estrechísimas gargantas que les hacen imposible satisfacer su hambre. El horror que, deliberadamente provocan estas imágenes, lo cultivó el Buda Sakyamuni debido a la necesidad de separar a la gente de sus apegos a las cosas, incluyendo a la existencia física. Sakyamuni trataba de decirles que la felicidad real no estaba aquí y que los apegos terminarían por perderlos. Las tendencias profundamente arraigadas a los apegos y los deseos, en japonés bonno, se traducen al español como deseos mundanos. Pero, ya que estas tendencias también incluyen el odio, la arrogancia, la desconfianza y el miedo, la traducción "motivos o impulsos engañosos" podría resultar en algunos casos más apropiada. ¿Es posible eliminar realmente tales deseos y apegos? Después de todo, los apegos son sentimientos humanos naturales y los deseos son un aspecto vital y necesario de la vida. El deseo, por ejemplo, de protegerse uno mismo y a los seres amados ha sido la inspiración para un amplio campo de progreso en la creación de grupos sociales de apoyo. Asimismo, el deseo de entender el lugar de la humanidad en el cosmos, ha llevado al desarrollo de la filosofía, la literatura y del pensamiento religioso. En este sentido, eliminar todos los deseos no es posible ni, de hecho, deseable. Si nos despojamos por completo de los deseos, podríamos terminar socavando nuestra voluntad de vivir, tanto individual como colectivamente. Las enseñanzas de Nichiren enfatizan la transformación, en lugar de la eliminación de los deseos. Los deseos y los apegos son vistos como combustible en la búsqueda de la iluminación. Él dice: "Ahora, Nichiren y los que invocan Nam miojo rengue kio queman la leña de los deseos mundanos y contemplan el fuego de la sabiduría iluminada...". En el mismo tenor, el Sutra del Valor Universal establece: "Aun sin extinguir sus deseos mundanos o negando los cinco deseos, ellos pueden purificar todos sus sentidos y erradicar todas sus faltas". El enfoque de Nichiren tiene el efecto de popularizar, humanizar y democratizar el budismo. En otras palabras, al hacer de las aspiraciones, los sueños y frustraciones de la vida diaria el "combustible" para el proceso de la iluminación, Nichiren abre el camino de la práctica budista a aquellos que habían sido tradicionalmente excluidos, debido a la exigencia de retirarse del mundo a la meditación; aquellos, por ejemplo, que desean continuar jugando un papel activo en el mundo. De tal manera que no es coincidencia que esta actitud hacia los deseos ocupe un lugar central en la tradición del budismo Majayana y que enfatice el papel de los practicantes laicos. Para las personas que viven en medio de los cambios constantes y la tensa realidad, estos desafíos, precisamente son los estímulos más efectivos para dedicarse a la práctica budista, en lugar de un objetivo abstracto de "iluminación" que requiera cortar con
todos los deseos y apegos. Sobreponerse a los problemas, realizar sueños y metas largamente acariciados: esta ...
Regístrate para leer el documento completo.