El buen samaritano

Páginas: 10 (2451 palabras) Publicado: 18 de noviembre de 2009
EL BUEN SAMARITANO -Ábreme, Ábreme… No podía gesticular mas, embebido como todas las noches allábame frente a mi puerta con la ingenua esperanza de verme dentro de casa postrado sobre mi lecho. Un caminante de la noche fría y solitaria de aquel poblado olvidado, pasaba y viome tirado como un mal viviente que solo causa desagrado y lastima; tal vez por eso se acerco y me pregunto: - Señor si deseapuedo ayudarle a abrir la puerta. No respondí, la lengua me pesaba demasiado. Aquel buen samaritano al ver que yo no encontraba palabra alguna pregunto de nuevo, imagino que debió sentirse obligado a realizar aquello de la segunda oportunidad, o simplemente seria una buena persona. - Señor, tiene que darme las llaves para poderlo ayudar. Trate de entregarle las llaves pero mis brazos caían sinvoluntad igual que los parpados de mis ojos. Era obvio a estas alturas que en la casa no vivía nadie más que yo. Mi interlocutor lo adivino en el momento que me vio. Hartándose de mi falta de voluntad finalmente se retiro y continúo su camino, yo sabia que aquel noctámbulo era un forastero que no debía sentir obligación alguna para con vago e indeseable loco, como me llamaban en ese desgraciadopueblo en que no vivían más que unas cuantas personas de dudosa reputación. A nadie con tres dedos de frente le pasaría por la cabeza vivir en un pueblo sombrío y solitario. Pensándolo bien un lugar con calles lodosas, olores pútridos y vejestorios ranchos (como comúnmente llamaban a las casas) de madera corroídos por hambrientos insectos del asqueroso pantano y techos con tejas de barro en su mayoríaquebradas…, no se puede llamar pueblo, eso sin mencionar la húmeda lluvia que nos acompaña deliciosamente todos los días sin cesar y ni hablar del comercio, sinceramente no se como se puede mantener una persona en esa precariedad de economía, claro esta que tampoco hacían nada para evitarlo parece que estuvieran a gusto de comprar y vender en locales -si se pueden llamar así- donde la higiene noera su mayor preocupación. No quiero hablar mas de mi adorado pueblucho, afortunadamente o milagrosamente, en la noche mientras dormía mi resaca no callo una sola gota de agua lluvia.

De repente como un cañón disparado hacia mis ojos salio el primer rayo de sol provocándome palpitos de dolor en mi cabeza, y peor aun al abrir los ojos. En ese momento manoteaba como un ciego buscando algo rígidoy sólido para sostenerme. Al encontrar apoyo me levante de mi agradable dormitorio y entre a mi apestosa casa con el ánimo de encontrar un poco de comida o dinero en su defecto. Buscaba torpemente sabiendo que no encontraría ni una migaja del desabrido pan que vendían en el pueblucho. Yendo de allá para acá, hurgando como loco en todos lados, me detuve al ver un cuchillo que había guardado hacedos días después de encontrarlo cerca del comedor de la señora B. Quien según decían había contratado un nuevo cocinero para aumentar las ventas, lo cual me causo cierta diversión. Rápidamente pensé que si regresaba el cuchillo tal vez me recompensarían con algo de comer así que me cambie las ropas velozmente y salí de la casa en vía al comedor. Al llegar le expuse lo planeado a la señora B. y aregañadientes se dirigió a la cocina y me trajo un plato de arroz con trozos carne de puerco y un pedazo de cuero del mismo. Debe ser parte de las sobras de la comida de alguien, -pensé- tenía grandes y pequeños huesos que me dieron algo de desconfianza pero no le di más importancia y empecé a comer. Tenia tanta hambre que ni recordé el desagrado que me producían los huesos así que comencé alamerlos y meterlos dentro de mi boca, repentinamente sentía los ojos aguados y el aire mas denso, no podía respirar, el causante era un hueso atravesado en mi garganta, que me tenia en ahogo. No podía controlarme, cada vez me faltaba más aire, por ello sentía como mi pecho se oprimía. Un inmenso calor se concentraba en mi cabeza haciéndola palpitar, luego como mal presagio de mi infortunio empezaba a...
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