El Buen Vivir desde la diversidad de voces de las mujeres
Polifonía e interculturalidad.
El Buen Vivir desde la diversidad de voces de las mujeres.
Actualmente en el mundo se vive una profunda crisis que incluye los aspectos financieros,
económicos, ambientales, sociales, entre otros. América Latina no escapa a esta
situación, por el contrario, como consecuencia de esta situación mundial, se agudizan sus desigualdades. La historia ha demostrado que la concepción del desarrollo, entendido
como modernización y crecimiento económico, es reduccionista y funcional al capitalismo,
generando así, pobreza para muchos/as y riqueza para pocos/as. Esto se da entre países
(desarrollados / subdesarrollados), clases sociales (ricos / pobres) razas y etnias (indígenas/afrodescendientes/blancos/as) y géneros (hombres / mujeres). Para
contrarrestar esto, desde hace unos años han surgido nuevas formas de entender el
desarrollo, que colocan el foco en la calidad de vida de las personas y las necesidades
humanas.
En el marco de la crisis de civilización hegemónica, diversos movimientos y actores han avanzado en el diálogo y mutuo enriquecimiento entre paradigmas alternativos, en torno
a ejes esenciales de convivencia humana y de todas las demás formas de vida. Es en este
debate que los pueblos indígenas comienzan a tener protagonismo, pasando de la
resistencia y la protesta, a una etapa de propuesta y reconstitución de alternativas
civilizatorias frente a la crisis de la modernidad/colonialidad. En esa dirección muchas
iniciativas, apuntan a crear espacios de diálogo e interacción entre los movimientos de
pueblos originarios con otros movimientos sociales que consideren que no solo “otro”
mundo (homogéneo) sino que varios “otros mundos” (diversos) son posibles.
Los espacios de convergencia surgen no solo desde el debate filosófico, sino sobre todo a partir de las luchas de resistencia concretas, que habilitan aprendizajes y construcciones
teóricas.
En este sentido, en la región viene cobrando mucha fuerza el debate sobre el paradigma
del “Buen vivir/ Vivir bien”, como opción alternativa al sistema hegemónico imperante.
Bolivia y Ecuador, son dos de los países que están levantando el estandarte de esta concepción al punto de incorporarla en sus constituciones nacionales.
El Buen vivir/Vivir bien, tiene como premisa fundamental la desmercantilización de la vida,
retomando la cosmovisión de los pueblos originarios, que propugnan la armonía con la
naturaleza, la paz y el equilibrio social.
Se trata de promover sociedades que profundicen la calidad democrática y amplíen sus espacios de incidencia en condiciones de igualdad social y material. Para esto, se hace
imprescindible la necesidad de eliminar las desigualdades que producen dominación,
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opresión y subordinación entre las personas, creando escenarios que fomenten la paridad,
emancipación, autonomía y autorrealización de las mismas, basándose en la solidaridad, el mutuo reconocimiento y el respeto a la diversidad. Este postulado propone una ruptura
radical con las visiones utilitarias e instrumentales que el capitalismo ha desarrollado
sobre las personas, la vida en sociedad y la reproducción social, entre otras cosas.
La concepción del Buen vivir/Vivir Bien, recurre a la idea de comunidad, sosteniendo que el mundo no puede ser entendido desde el “yo” de occidente, sino desde la interacción y
complementariedad de todas las personas que habitan esa comunidad y a su vez de la
relación entre las personas y la naturaleza.
Algunos de los principios establecidos en el Buen vivir/ Vivir bien son: la unidad en la
diversidad; asegurar que cada persona y comunidad puedan efectivamente elegir la vida ...
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