El Camino De Santiago Para Un Peregrino Tico

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REFLEXIONES DE UN PEREGRINO TICO 25 julio 1999. Dr. Marino Marozzi Rojas. Estando en la Universidad de Alicante, España; a propòsito de mis estudios doctorales en economìa, fuì conociendo los pormenores del Año Jacobeo y las particularidades que le subyacen desde hace centenares de años, en la tradiciòn espiritual de Europa y Occidente. La idea de hacer El Camino me fue conquistando hastahacerse irresistible y por una serie de eventos-difìcilmente

explicables desde la racionalidad clàsica- finalmente emprendì la aventura al inicio de este verano europeo de 1999.

El Camino De Santiago es en esta tradiciòn y desde hace 1200 años, columna vertebral, y se ha constituido en una de las rutas

mas importantes del encuentro y construcciòn de la Cultura Europea, asì definido por lamisma Uniòn Europea.

Es comùn afirmar que

“ los caminos a Santiago” son distintos y

variados; por esto mismo los peregrinos han acudido en peregrinaje desde muy diversos puntos geogràficos de Europa y el mundo para alcanzar la realizaciòn de su sueño: arribar a la sepultura del apòstol y cumplir de esa forma un promesa, lograr una

indulgencia plenaria, o simplemente derrotar al ego enuna larga

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jornada por los mas extraordinarios lugares del hermoso norte de la penìnsula ibèrica.

Sin embargo la tradiciòn tambièn conoce al Camino Francès como la ruta màs antigua de trànsito, empezando en la localidad francesa de Saint Jain Pierre de Port y en la pequeña Villa de Roncesavalles ya en territorio ibèrico; pasando luego por

Pamplona, Logroño, Burgos, Leòn, Lugo, ySantiago de Compostela (denominado campo de las estrellas desde època inmemorial ). Son 750 Km de distancia y un mes de travesìa a pie , en donde lo importante es escuchar la “ voz del Camino”.

Claro el Camino habla. Habla de mil formas, pero sobre todo en el “ frente interno” en lo màs profundo de la subjetividad y tambièn en el “frente externo”, habla, tal vez màs que nunca en el silencio. En laslargas jornadas, en las noches, en los amigos, en la gente, en el paisaje, en las estructuras romanas; en todo o en la nada.

El

Camino es el Camino- dicen los viejos peregrinos- y es una

experiencia vital indescriptible, aùn cuando me esfuerce por trasmintir en estas notas esta extraordinaria experiencia. Se me ocurre que tal vez sea como la Vida misma, donde “ Dios juega y

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nojuega los dados al azar con nosotros “, al decir de Eisntein y Hopkins.

Al lanzarme a escribir estas lìneas todavìa floto como en nirvana, como si luego de una larga sesiòn de autosicoanàlisis, hubiese descubierto las claves para infriguir derrotas al ego y trascenderme. Siento como si un proceso de “meditaciòn dinàmica”, de oraciòn profunda, haya concluìdo, no sin haber dejado sus huellas en micuerpo, sobre todo en mis venerados pies; el ùnico contacto, inmediato y concreto con este hermoso y ùnico planeta, terrìcola y amenazado, pero donde todavìa habita la esperanza.

Nunca antes habìa tenido tanta conciencia de mi cuerpo fìsico, de mis pies, de todo ese edificio fantàstico de nervios, tendones, huesos, piel, uñas, dedos. Sì, en especial del pequeño dedo, que le da equilibrio alcuerpo, anònimo en la cotidianidad, y que saliò triunfante a pesar de sus mùltiples “ caìdas “. ¿ Cuanto olvidamos y con què profundidad universo que lo hacemos , el extraordinario nuestras y

espectacular

nuestro

cuerpo,

piernas,

nuestros pies con todos y sus sistemas de apoyo, donde habita la ternura en reconditas eternidades?

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Los que hacemos el Camino - luego de un tiempo demarcha y atenciòn - somos concientes de esto y es la base igualitaria, sobre la que se desarrollan unas relaciones humanas trasparentes y llanas. Es decir humanas. Nadie podrìa por mucho que quisiera, comprar una docena de pies “de marca” para provocar la envidia de todos y dar señal de “status”. Pero ademàs ningùn peregrino camina màs porque tenga dinero o tìtulos profesionales y noviliarios,...