El Capital
Venciendo mi natural resistencia, ante la solaidea de tener que viajar a Santiago, y abandonar la comodidad de mi atalaya en el maravilloso puerto de Valparaíso no trepidé, ni un instante, en aceptar dicha invitación, no tan sólo por la largaamistad de años que tengo con su autor, sino sobretodo, por el tema elegido y la oportunidad en que aparece su publicación. Una deuda que Alejandro tenía pendiente, porque me consta que era una idea quele venía dando vueltas en su cabeza, desde hacía un buen tiempo a esta parte. Una publicación que por fin ve la luz, justo en uno de los momentos más propicios, cuando la economía capitalista, en suactual face (neoliberalismo), ha puesto en evidencia las falencias de los supuestos fundacionalistas que le dieron origen.
Si de algo está sirviendo la crisis actual del capitalismo, es paramostrar la inanidad del discurso pseudo-científico con el que se ha sustentado el neoliberalismo. La idea de que era posible y eficiente una sociedad basada en individuos egoístas sólo coordinados por elmercado, un mercado organizado él mismo por organizaciones mercantiles o pseudo-mercantiles, simples estructuras técnicas diseñadas para “regular el tráfico”, dar información a los individuos libres ygenerar competencia: no sólo han quebrado grandes empresas, también han volado por los aires poderosas instituciones bancarias y financieras tanto así como aseguradoras y agencias de evaluación deriesgos, reguladoras del mercado de valores, etc.
En efecto, esa suerte de catecismo que el discurso oficial nos ha repetido majaderamente por años, en cuanto a que el “mercado”, lo es todo,...
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