El Cardenal Del Pueblo, Bastión Vital En Tiempos De Crisis, Dolor y Desesperanza a Partir 1973”

Departamento de Humanidades y Educación Media Electivo:
El Cardenal Silva Henríquez, Profeta de la Justicia Social y de los Derechos Humanos.



“El Cardenal del pueblo, bastión vital en tiempos de crisis, dolor y desesperanza a partir 1973”



Profesor: Freddy TimmermannFecha: 10 de diciembre de 2010

I. Introducción

Sin duda alguna, el escenario político social que envuelve a Chile durante el gobierno del Presidente Salvador Allende, la caída y muerte de éste y la toma del poder por parte de la Junta del Gobierno militar, son procesos que definen un hecho histórico importante y marcan un precedente en la historiografía políticacontemporánea. A raíz de aquello, es interesante comprender como un personaje religioso, eclesiástico, miembro de la Iglesia Católica chilena se hace presente en el accionar solidario, social y manejo político que tiene con respecto a las problemáticas que vive la sociedad chilena a partir de la toma del poder de Augusto Pinochet. Es por ello que el tema a desarrollar es “El cardenal del pueblo, bastiónvital en tiempos de crisis, dolor y desesperanza a partir de 1973”. Es evidente, como los contextos confluyen en el desarrollo y vida del Cardenal. El dolor (social) y el amor (cardenal) en tiempos de dictadura convergen sin lugar a duda y junto con ellos sus discursos son valiosos a la hora de lograr una comprensión acabada con respecto al accionar, y al pensamiento de este hombre. El discurso 36“Restañar Heridas” y el discurso 37 “¿Somos o no somos cristianos”, promulgados en octubre de 1973 y abril de 1974 respectivamente, permiten establecer lo que realmente el Cardenal sentía, pensaba y accionaba luego del golpe militar y todos los sucesos proveniente de el.
En el texto “El Cardenal Silva Henríquez: una presencia en la historia chilena” de varios autores, principalmente del PresbíteroMario Ortega, Senador Gabriel Valdés, Monseñor Ricardo Ezzati, manifiesta que el Cardenal; “para algunos es un hombre polémico. Otros lo consideran providencial para este momento de la historia de Chile. Algunos ven en él la fuerza profética de la Iglesia servidora de los hombres, mientras que para determinados sectores es un hombre ambicioso, con más vocación de político que de pastor.” (Ezzai,et.al 1999).
Evidentemente es un hombre, abogado y sacerdote salesiano que genera diversas reacciones, ya que es un sacerdote poco común para la época, atribuyéndosele artículos como revolucionario, político, carismático, luchador, calculador, apasionado. Ciertamente su personalidad es fascinante. “Una de las características del Cardenal Silva Henríquez ha sido la capacidad de responder conimaginación a las necesidades pastorales que se presentan. Cuando la situación política hacía que muchos hombres y mujeres sufrieran represión, el Cardenal creo el comité Pro Paz, en conjunto con otras Iglesias y confesiones. Conminado a cerrar el comité creo la Vicaría de la Solidaridad que tanto prestigio acarreó a la Iglesia por su defensa ardiente a los Derechos Humanos” (Ezzai, et.al. 1999)
Conesto queda de manifiesto el valor que se le asigna al Cardenal por su permanente defensa contra los Derechos Humanos, la dignidad de las personas, de los trabajadores, del desposeído. De todas maneras el trabajo permite conocer de manera fehaciente la labor social que tuvo para con su sociedad, destacada mundialmente. El Cardenal es un hombre de Dios. Tiene una relación muy íntima con Cristo, esimposible comprender su accionar sin entender antes esta relación. El Cardenal dice:
“A él lo conocí desde niño, en el seno de mi familia. A él le consagré mi vida en mis años de juventud. Y a él también he procurado servir como pastor de la Iglesia.” (Ezzai, et.al. 1999)
La motivación para elegir este tema, radica en la íntima relación que tiene el golpe militar, los exilios, las torturas,...