El carie colombiano
La asimetría entre emisores y receptores en el intercambio simbólico se convierte en un problema político, de lucha porocupar espacios de emisión/recepción, por constituirse en interlocutor visible y en voz audible. Mientras avanza, a escala global, un status que racionaliza económicamente por el lado delcapitalismo, y políticamente por el lado de las democracias formales, adquiere mayor conflictividad el ámbito de la cultura y la identidad. ¿Quién hace circular los signos y las sensibilidades, quién impone suinterpretación a los hechos, quién recicla la basura mediática para convertirla en señal de identidad colectiva?
De una parte las revistas, televisión, internet sumergen al individuo y a los gruposen la sensación de impotencia frente a la inédita concentración de los medios audiovisuales.
La idea de que a mayor concentración de la propiedad de los medios, más se estandarizan los signos,desanima a cualquier entusiasta del multiculturalismo.
Pero de otra parte, los mismos medios de comunicación deben abrirse a gustos de distintos grupos para empatizar con audiencias cada vez mássegmentadas. Y en los medios interactivos, la democracia comunicacional avanza a medida que se difunden los terminales de computadoras y las capacidades para usarlos. Finalmente, los públicos receptoresvan reconstruyendo identidades en combinación con la oferta de la industria cultural, lo que implica un estallido de mediaciones múltiples en el tejido social.
Bueno en resumen el caribeño no...
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