El carisma del narcotráfico

El carisma del narcotráfico
El crimen se ha vuelto glamoroso. El estereotipo clásico del criminal era el caco hollywoodense: un pícaro que siempre terminaba en la cárcel y nunca lograba concretarsus robos. La imagen actual del crimen es mucho menos simpática. Lo primero que viene a la mente al escuchar “crimen organizado” es el narcotráfico. Se trata del nuevo paradigma del crimen y laviolencia.
La imagen pública de algunos criminales es similar a la de un empresario exitoso. El ejemplo más claro es el del Chapo Guzmán, lider del cártel de Sinaloa, quien recientemente ingresó a la listade millonarios Forbes con una fortuna aproximada de mil millones de dólares.
Los criminales, al menos económicamente, parecen codearse con los CEO’s de las grandes empresas. La sociedad mexicanaparece, también, haber dado su visto bueno al narcotráfico. Los bastiones de la aristocracia mexicana han abierto sus puertas. Los narcotraficantes, por lo visto, beben champán Krug, utilizan corbatasHermès, y mandan a confeccionar sus trajes con el mismo sastre que los altos ejecutivos. Un amigo, vinculado a una de las grandes revistas de sociedad, me decía que, a golpe de vista, no puededistinguirse al acaudalado financiero del acaudalando narcotraficante.
Los líderes criminales son los nuevos y exitosos empresarios en un país que se desmorona. Pero sucede algo análogo a lo que pasa enalgunas empresas. Los dueños ganan más que los trabajadores. En el narcotráfico, como en cualquier empresa, hay clases. Los trabajadores de los niveles más bajos suelen llevarse la peor parte.
Justoaquí es donde entran al juego los jóvenes criminales. Así como los operarios no suelen tener oficinas con baño privado, ni viajan en primera, ni gozan de los mejores seguros médicos, los “operarios”del narco se suelen llevar la peor parte. La imagen carismática y exitosa de personas como el “JJ”, la “Barbie” o el Chapo Guzmán cautiva a los jóvenes desprevenidos. Su aspiración a los dieciocho...