El Caso Carmen Aristegui: La Defensa De La Libertad De Expresión
La defensa de la libertad de expresión
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E
l pretexto -¿acaso anhelado en Los Pinos?- para dar por concluida la relación contractual entre la empresa de telecomunicaciones Grupo Multivisión (MVS) y Carmen Aristegui, conductora del informativo matutino Primera Edición de Noticias MVS, se presentó cuando la periodista abordó el asunto de la vinylonaque el diputado petista, Gerardo Fernández Noroña y correligionarios, desplegaron frente a la tribuna del recinto de San Lázaro el pasado 3 de febrero.
Un día después, Aristegui comentó en su noticiario lo escrito en la lona, en la que se leía: ¿Tú dejarías conducir a un borracho tu auto? ¿No, verdad? ¿Y por qué lo dejas conducir el país?; texto acompañado de la imagen de Felipe Calderón,presuntamente en estado inconveniente.
Frente a esta insinuación y desacralización de la figura presidencial, la titular del informativo recordaba a su auditorio que no era la primera vez que se hablaba del presunto alcoholismo de Felipe Calderón; de ahí que la Presidencia de la República debería dar una respuesta clara, nítida, formal al respecto.
Y cuestionaba: ¿Tiene o no Felipe Calderón problemas dealcoholismo? Esto merece, insisto, una respuesta seria, formal y oficial de la propia Presidencia de la República.
La respuesta llegó de manera inmediata, pero no de parte de la Presidencia, sino de los directivos de la radiodifusora, quienes tomaron la decisión de dar por terminado el contrato porque Carmen Aristegui transgredió nuestro código de ética, el cual prohíbe la presentación ydifusión de rumores como noticias. Así lo dieron a conocer mediante un escueto comunicado que circuló al interior de la radiodifusora la tarde del domingo 6, y un spot transmitido al día siguiente por el 102.5 de FM.
Fue así como el lunes 7 Aristegui desapareció no tan sólo del cuadrante, sino incluso su nombre y banners de su espacio informativo fueron eliminados de la página web de MVS; en efecto, fueuna desaparición fulminante.
Las primeras reacciones de condena registradas en las redes sociales y otros medios, provenían de líderes de partidos opositores –PRI, PRD y PT-, intelectuales y algunos segmentos de la sociedad civil, quienes apuntaban a que detrás de la decisión tomada por los directivos de MVS estaba la presión ejercida desde Los Pinos, a partir del presunto chantaje de norefrendarle sus títulos de concesión si no separaban a la incómoda periodista que, a juicio de la Presidencia, había ofendido al primer mandatario y a su familia. Recordemos que el expediente de Aristegui registra una situación similar cuando estaba al frente de un noticiario en W Radio –propiedad de Televisa en sociedad con el Grupo Prisa, de capital español-, y la orientación que daba a la informaciónprovocaba escozor tanto en la figura presidencial como en los copropietarios de la radioemisora. Situación que acabó con la salida de la conductora en 2008, al no renovarle su contrato luego de seis años de permanencia. En esa ocasión el argumento fue que su trabajo periodístico dejó de ser compatible con el modelo editorial del consorcio.
La intolerancia oficial contra la periodista no cambió consu llegada a MVS; por el contrario, su desagrado aumentó por el sentido que, por ejemplo, dio a la cobertura informativa del incendio de la guardería ABC o por abrir los micrófonos a las voces que cuestionan la guerra contra el crimen organizado y sus fatales consecuencias –o daños colaterales, como irónicamente los llama Felipe Calderón-, entre otros delicados temas de interés nacional.
Anteeste confuso escenario, el fulminante despido de Carmen Aristegui quedaba atrapado al menos entre dos vertientes: a) la transgresión al código de ética argumentado por los directivos de MVS; b) el interés de Los Pinos de sacar del aire a la molesta conductora, como condición para refrendar los títulos de concesiones vencidas en la banda de 2.5 Ghz; de la cual, según datos de Jenaro Villamil: La...
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