El castellano viejo

Páginas: 8 (1891 palabras) Publicado: 24 de enero de 2011
Fragmento de Artículos de costumbres.

De Mariano José de Larra.

'El castellano viejo'.

Ya en mi edad pocas veces gusto de alterar el orden que en mi manera de vivir tengo hace tiempo establecido, y fundo esta repugnancia en que no he abandonado mis lares ni un solo día para quebrantar mi sistema, sin que haya sucedido el arrepentimiento más sincero al desvanecimiento de mis engañadasesperanzas. Un resto con todo eso del antiguo ceremonial que en su trato tenían adoptado nuestros padres, me obliga á aceptar á veces ciertos convites á que pareciera el negarse grosería ó, por lo menos, ridícula afectación de delicadeza.
-------------------------------------------------
Andábame días pasados por esas calles á buscar materiales para mis artículos. Embebido en mis pensamientos, mesorprendí varias veces á mí mismo riendo como un pobre hombre de mis propias ideas y moviendo maquinalmente los labios; algún tropezón me recordaba de cuando en cuando que, para andar por el empedrado de Madrid, no es la mejor circunstancia la de ser poeta ni filósofo; más de una sonrisa maligna, más de un gesto de admiración de los que á mi lado pasaban, me hacía reflexionar que los soliloquios nose deben hacer en público; y no pocos encontrones que al volver las esquinas di con quien tan distraída y rápidamente como yo las doblaba, me hicieron conocer que los distraídos no entran en el número de los cuerpos elásticos, y mucho menos de los seres gloriosos é impasibles. En semejante situación de mi espíritu, ¿qué sensación no debería producirme una horrible palmada, que una gran mano,pegada (á lo que por entonces entendí) á un grandísimo brazo, vino á descargar sobre uno de mis hombros, que, por desgracia, no tienen punto alguno de semejanza con los de Atlante?
No queriendo dar á entender que desconocía este enérgico modo de anunciarse, ni despreciaba el agasajo de quien sin duda había creído hacérmele más que mediano dejándome torcido para todo el día, traté sólo de volverme porconocer quién fuese tan mi amigo para tratarme tan mal; pero mi castellano viejo es hombre que cuando está de gracias no se ha de dejar ninguna en el tintero. ¿Cómo dirá el lector que siguió dándome pruebas de confianza y cariño? Echóme las manos á los ojos, y sujetándome por detrás, ¿quién soy? gritaba alborozado con el buen éxito de su delicada travesura. ¿Quién soy? –Un animal, iba áresponderle; pero me acordé de repente de quién podría ser, y sustituyendo cantidades iguales, –Braulio eres, le dije. Al oirme, suelta sus manos, ríe, se aprieta los ijares, alborota la calle, y pónenos á entrambos en escena. –¡Bien, mi amigo! ¿Pues en qué me has conocido? –¿Quién pudiera sino tú?... –¿Has venido ya de tu Vizcaya? –No, Braulio, no he venido. –Siempre el mismo genio. –¿Qué quieres? Es lapregunta del español. –¡Cuánto me alegro de que estés aquí! ¿Sabes que mañana son mis días? –Te los deseo muy felices. –Déjate de cumplimientos entre nosotros; ya sabes que yo soy franco y castellano viejo; el pan pan, y el vino vino; por consiguiente, exijo de ti que no vayas á dármelos, pero estás convidado.–¿A qué?–A comer conmigo. –No es posible.–No hay remedio.–No puedo, insisto ytemblando.–¿No puedes?–Gracias.– ¿Gracias? Vete á paseo; amigo, como no soy el duque de F., ni el conde de P., ¿quién se resiste á una sorpresa de esta especie? ¿Quién quiere parecer vano?– No es eso, sino que... –Pues si no es eso, me interrumpe, te espero á las dos; en casa se come á la española: temprano. Tengo mucha gente: tendremos al famoso X., que nos improvisará de lo lindo; T. nos cantará de sobremesauna rondeña con su gracia natural, y, por la noche, J. cantará y tocará alguna cosilla. Esto me consoló algún tanto, y fué preciso ceder; un día malo, dije para mí, cualquiera lo pasa; en este mundo, para conservar amigos, es preciso tener valor de aguantar sus obsequios. –No faltarás, si no quieres que riñamos. –No faltaré, dije con voz exámine y ánimo decaído, como el zorro que se revuelve...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Comentario "un castellano viejo", de larra
  • Comentario el castellano viejo
  • El castellano viejo- Comentario
  • El Castellano Viejo. Mariano José De Larra
  • La vieja de tu vieja
  • tu vieja
  • tu vieja
  • viejo

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS