El catequista, cuestión de experiencia

EL CATEQUISTA, UNA CUESTIÓN DE EXPERIENCIA

Sí señores. Como lo oyen. El catequista es una cuestión de experiencia. Y podemos pensar que no de una experiencia, sino de múltiples experiencias. Casi como la canción famosa que tienen en sus mentes: "...es como una experiencia religiosa..." Sin desconocer que eso forma parte integrante del componente humano,..., no me refiero a ese tipo deexperiencia religiosa. No sean tan mal pensados.

A lo que me refiero es a la experiencia que todo catequista debe haber tenido en su proceso de vida, pasando por la experiencia de ser persona, primero, hasta llegar a la experiencia fundante con Jesucristo, que desde ahora lo llamaremos el paradigma de nuestra vida.

Los dos primeros encuentros de formación han girado en torno a saber queesperamos de la catequesis y cómo se fundamenta una experiencia religiosa, no sin antes afirmar que el catequista debe ser experto en algunas áreas de la vida: experto en humanidad; ser una persona madura; educador en la fe (supone que haya vivido su propio camino de fe en comunidad); experto en la fe de la Iglesia.

Vamos a dedicarnos con atención, y con una actitud de acogida, de apertura, aindagar sobre estos aspectos señalados anteriormente. Esto nos ayudará a tener mejores instrumentos para nuestro viaje y, en definitiva, serán elementos que conformen nuestro itinerario de viaje.

A. PRESUPUESTOS BÁSICOS EN LA VIDA DEL CATEQUISTA.

Se presentan cuatro presupuestos básicos en la vida de todo catequista. No son cualidades, son experiencias necesarias que deben ser asumidas como lugarde encuentro y punto de partida inicial de la catequesis.

1. El catequista, experto en humanidad.

Debe ser una persona atenta a los problemas de la vida, que sepa mirar al otro, a la realidad y al mundo. Se asume desde la perspectiva cristiana de San Pablo: " ...reir con los que ríen y llorar con los que lloran..." (Rom.12,15). Debe poseer una gran sensibilidad con todo aquello que afectea la dignidad de la persona, con apertura al diálogo, mente pluralista y que pueda aceptar los diferentes puntos de vista de la sociedad actual, aún cuando sean contradictorios con el mensaje evangélico. Que sepa leer los signos de los tiempos desde una perspectiva cristiana, desde la fe, manteniendo una actitud respetuosa, con un barril de prudencia y un océano de paciencia. Sea capaz de trabajarpor la justicia y por un mundo más fraterno.

2. El catequista, una persona madura.

Debe aceptarse sin complejos, consciente de sus limitaciones y, al mismo tiempo, de sus buenas aptitudes. Tiene un ideal ante la vida, un porqué vivir, o como dice la canción: "...una razón y una esperanza...". Capaz de dialogar y escuchar, comunicarse con los otros, establecer relaciones humanas positivas.3. El catequista, educador en la fe desde su propia experiencia en comunidad.

Este presupuesto es "conditio sine qua non", es decir, básico en miras a la experiencia que compartirá con aquellos a los cuales les comunicará el mensaje del Evangelio. Podrá una persona ser catequista cuando él haya vivido su propia fe en comunidad. Nadie podrá ejercer la catequesis aislado, solitariamente.Priva, por sobre todo, su experiencia de y en comunión con la Iglesia.

4. El catequista, experto en la fe de la Iglesia.

Debe conocer suficientemente el mensaje cristiano que trata de anunciar, sea con la palabra, sea con la vida. Para ello, deberá leer en su propia vida los signos por los que se le manifiesta Dios, reinterpretándolos a la luz y con la Iglesia, para que desde esa memoriarecuerde y actualice a los hombres de hoy la fe en Jesucristo y en la Iglesia. Sea una persona de comunión con la Iglesia universal, con la comunidad a la cual sirve, manifestando así que hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos (Cfr. Ef. 4,5-6).

B. LA EXPERIENCIA RELIGIOSA: BASE FUNDAMENTAL DE LA CATEQUESIS.

Aún cuando estemos hablando desde un plano...