El cerro de jamilli
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El cerro de Jamilli
Segunda y última parte
La propuesta fue aceptada, con la exigencia de poblar el territorio que se encontraba hacia el oeste de Tututepec.
El rey de Tututepec no quiso perder la oportunidad de conseguir un acuerdo ventajoso y poblar una de las áreas más atrasadas yolvidadas de su reino, aunque ciertamente, de las más pródigas.
Casandoo dejó Tututepec con la certeza de los designios.
Debía marchar para formar uno de los pueblos de mayor tradición y jerarquía de los tiempos venideros.
La ruta que siguió fue hacia la orilla del mar, primero. Durante dos años vivieron de la pesca. Después se asentaron a la orilla del río, junto al Cerro del Águila.Vivían de la pesca y comenzaban a hacer sembradíos junto al río, de los cuales obtenían maíz y algunas otras legumbres. Fauna y flora del lugar les proporcionaba frutos, como el tamarindo o el coco, y animales exóticos para la caza.
Por dos razones, Casandoo no veía con buenos ojos que durante las cacerías los más jóvenes subieran el Cerro del Águila.
Tenía antecedentes como para pensar que unterrible animal, con colmillos espeluznantes, asolaba los alrededores de la montaña*, y que el águila de mil colores con dos cabezas atacaba mortalmente a todo aquel que quisiera hacerle frente.
Varios habían sido muertos ya.
Pero era imposible contener a los muchachos.
Incluso, subir a la montaña y buscar a ambos animales se convirtió en un asunto iniciático.
Si alguno de los jóvenes evitaba lamontaña, jamás se convertía en guerrero. Así, pues, escalarla era cuestión de hombría.
En las temporadas en que el agua escaseaba, las águilas bicéfalas se veían en todo su esplendor. Eran inmensas. Y espantosas.
Se dejaban caer sobre todo cuando las mujeres llegaban al río por el aseo diario. Sabían, seguramente, cuando los hombres no estaban.
Tomaban el agua y se iban.
No atacaban a losseres humanos si no eran molestadas.
En una ocasión, un perro comenzó a ladrarle a un macho bicéfalo, tan cerca, que el águila no pudo tomar agua.
Se levantó unos cien metros y luego se abalanzó sobre el animal.
Este, al sentir el peligro, corrió hacia la zona poblada, donde los hombres salieron ante los ladridos ya de toda la jauría.
Pero el águila tenía una idea en mente. Y nada la haríacambiar.
Aquel perro desdichado fue levantado en vilo con las garras temibles del gigante y llevado por los aires.
Al seguirla, se dieron cuenta que las águilas, tal vez para cuidar su comida, iban hacia montañas más alejadas a degustar el platillo.
Cuando Casandoo se enteró del percance, ordenó cuidado y respeto por aquellos depredadores.
Un día recibió la visita de Xiuba, convertido ahora en reyzapoteca, y quien en realidad llegaba a darle el pésame por la pérdida de su última esposa.
Casado tres veces, Casandoo no había tenido descendencia.
Xiuba ofreció a su hermana Nadyelli para consolidar el pacto de hombres establecido un día, en medio de la guerra.
Y el señor mixteco aceptó.
Así, un año después, en un hogar lleno de amor y de paz, nació Xiuba, el primogénito. Y dos más adelanteel pequeño Jamilli.
Durante los últimos años, las excursiones guerreras realizadas por Casandoo habían permitido al grupo mixteco establecer un señorío inmenso que, por el oeste, estaba encabezado por Xicalli Yan –establecido por uno de sus mejores hombres, Nuu Yuyuchi-, junto con el ya viejo Xaha Yucu, y hacia el sureste por Piedra Parada y aquel pueblo fundado a la orilla del mar, justo tras susalida de Tututepec.
Un día, junto al río, mientras Nadyelli se bañaba y los pequeños príncipes correteaban bajo el cuidado de su nodriza, un águila bicéfala de mil colores se dejó caer en evidente ataque, sin mediar un por qué.
Esta vez nadie la había molestado.
Sólo venía enojada, tal vez.
O tal vez, como dirían los viejos después, es que la historia debe seguir su curso. Es que los...
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