El chaan

EL CHAMAN DE YUMA
No recuerdo exactamente cuando conocí a Jaime Sánchez, creo que lo conocí desde toda la vida, es un ser que estuvo en mi existencia sin haberlo visto antes, si me tocara describirlo correría el riesgo de quedarme corto, era en esencia lo que debe ser un ser humano, tenia un verbo agradable y pausado un tono educado de una persona intelectual, capaz de ceder laangustia y la desesperanza, inspiraba vida, coherencia; había que estar despierto para entender esta lógica locura lleva dentro.
Jaime Sánchez tenia la formula de cómo hacer feliz a la humanidad, yo estaba emocionado por que esa formula perseguía desde el inicio de la humanidad la poseía un gran hombre en Yuma, la transformación empezaba en su entorno.
El día que vi a Jaimepor primera vez me le acerque como si lo conociera de toda la vida, inmediatamente empezaron los planes, pero hubo uno que no tuve tiempo de planteárselo y es que era mi compañero ideal para lanzarnos con un parapente de lo mas alto del Himalaya; pero tuve la oportunidad de mandarme horas de conversación, él me fortaleció esa fe que tengo que hay mas cosas positivas que negativas en los hombres,cuando había algo negativo evidente en alguna persona decía:
“José es cuestión de ayudarlo él es bueno, simplemente hay que darle un chance, lo único hay que ser solidario con la gente, la unión es lo mas importante”, esa era la dialéctica de ese hombre.
Jaime sanchez tenia una presencia medio misteriosas, hubo momentos en que quise zambullirme en sus pensamientos pero séque corría el riesgo de adentrarme a usos misterios de la vida que él conocía y que esperaba que algún día me los debelara; mas de una ves lo vi transportarse al místico Medio Oriente, a la China milenaria, a lo mas alto del Machu Picho.
Jaime Sánchez era poeta, había hecho de la poesía una forma de vida, vivía para ella pero no de ella, en sus poemas estaba presente el amor y lacotidianidad del hombre llano, su literatura no le complicaba el entendimiento a nadie; cuando algún día se publiquen los poemas de Jaime, todo el que los lea, ya sea loco, ateo, evangélico, católico, homosexual, político, pitiyanqui o militar, sufrirá un cambio, quizás en este mundo convulsionado y contaminado lo que hace falta son los poemas de Jaime Sánchez.
Yo le decía cariñosamente“El Chaman”, él era yerbero, conocía los secretos de botánica combinados con sabias palabras de aliento.
La ultima vez que lo vi físicamente fue una visita que le dispense a su pequeña guarida, donde practicaba la magia blanca, la botánica, la literatura y el amor; cuando lo tuve de frente me inquirió con una mirada poderosa untando sus pobladas cejas a la vez que sobaba sus abundantes mostachosy me dijo: “Coño José soy feliz, tenia tiempo que no acariciaba la tranquilidad, en este huequito se ha posado la felicidad, no se necesita tanto espacio para ser feliz, necesito entender lo que me esta pasando en estos tiempos de mi vida”, yo si lo entendía, el amor estaba zarandeando al poeta Jaime Sánchez porque con el “Chaman” la cosa no hubiera sido fácil, Jaime tenia 58 años, a esa edades duro enamorarse, porque a esa edad el amor es integral, se enamora el cuerpo, el alma y el espíritu, además hay conciencia de las limitaciones del tiempo y de la vida, a esa edad el amor abarca y genera grandes dimensiones, además de ser meditado, analizado y concientizado; en estos últimos meses a la antesala de su partida él se sentía como “caballo cuando le dan sabana”.
Estaba sentadofrente al Chaman, el viento batía nuestras caras y había caído una leve llovizna, y el ambiente se nos impregno con un olor a tierra mojada, “Viste José que bella es la naturaleza, la gente no sabe, no la vive, está mas interesada en la política”, el Chaman se había desdoblado, lo vi convertirse en pájaro, estaba totalmente despierto para poder disfrutar la brisa con el olor a tierra, y fundirse...