El chico del agua

El chico del agua

Íbamos caminando en la granja, estábamos cansados. Uno de nosotros decidió detenerse y sentarse bajo un árbol, los demás hicimos lo mismo. El que se sentó primero usaba susombrero de abanico, luego de un rato se levanto y se quito la franelilla, recogió la botella de agua, bebió y por su barbilla afeitada comenzaron a correr hilos de agua fresca que descendían por su cuello,pasando por el pecho y bajando por su abdomen para al final refugiarse bajo su pantalón.
En total éramos seis los que tras una larga y agotadora jornada agrícola, descansábamos bajoaquel árbol de mango. La tarde caía mientras regresábamos de un duro día de trabajo, pero antes de volver a nuestras casas decidimos descansar.
El chico del agua se llamaba Mario, nosconocimos esta mañana aquí en la granja, no recuerdo el nombre de los otros.
Al principio no decíamos nada, nadie soltaba ni un susurro, ni un silbido ni nada parecido, solo mirábamos al cielo o alhorizonte y veíamos algunos pajaritos volver a sus nidos. Una voz grave y desafiante rompió el silencio.
* ¿ es la primera vez que trabajas en esto? Me dijo Mario
* No, ya lo había hecho antes,pero en otras granjas. Eso de labrar tierra y sembrar papas no es nuevo para mi. Dije con aires de sabiduría y gran experiencia ( la verdad es que era la segunda vez que lo hacia aunque me gustabamucho)
Sonrió irónicamente y volteo su mirada, bebió agua y se recostó al árbol cerrando los ojos como queriendo dormir.
Así fue pasando la tarde, el viento soplaba y en el horizonte seveían pequeños torbellinos de de arena. Los demás hablaban y Mario dormía, yo pensaba y los oía mientras miraba el techo de hojas que nos cubría. El sueño me fue dominando, cerré los ojos y dormíprofundamente.
Desperté y ya no quedaba ni un poco de luz, la noche lo invadía todo. Alrededor no había nadie, solo quedamos Mario y yo. Los demás se habían ido.
A lo lejos se veía una luz amarilla...